Cemil Bayık: “Estar en pie por Rojava no es suficiente”

“La gente muestra solidaridad con Rojava desde todas partes del mundo, pero eso no es suficiente. También se tiene que hacer algo por Bakur, porque es donde tiene su origen la campaña de destrucción del Estado turco”, declara Cemil Bayık de la KCK.

El co-presidente del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), Cemil Bayık, responde a las preguntas de Ciwan Tunç sobre los actuales desarrollos en Oriente Medio y la hostilidad hacia los kurdos del Estado turco en un programa de Stêrk TV.

En la segunda parte del programa, Bayık se ha ocupado de la campaña de exterminio que se lleva a cabo en Bakur (norte del Kurdistán, sur de Turquía), y la importancia de una unidad nacional para solucionar la cuestión kurda.

Los comentarios más destacables de la intervención de Bayık son los siguientes:

Solución general para la cuestión kurda

Para solucionar la cuestión kurda no podemos limitarnos a una parte de la problemática, tenemos que abordar el conjunto del Kurdistán y la democratización de Oriente Medio. Y es esencial tener en cuenta Bakur para hallar una solución. En tanto no se resuelvan los problemas en Bakur, no se solucionarán en el resto de partes. Esto se ha hecho evidente tanto en Rojava como en el referéndum de independencia de Bashur. Es Turquía el país que se muestra más hostil hacia los kurdos y el que busca destruirlos. Si esto no se entiende, si la gente no se posiciona contra el Estado turco y apoya la lucha en Bakur, no se lograrán progresos en las demás partes. Los kurdos deben comenzar su lucha desde este supuesto.

Otro tema importante para los kurdos es la unidad nacional. En tanto no se aborde desde las bases, la cuestión kurda no hallará solución. Hoy se estálibrando la Tercera Guerra Mundial. Hay graves peligros, pero al mismo tiempo grandes oportunidades de éxito. Si los kurdos quieren lograr resultados, deben alcanzar la unidad nacional. Existen condiciones favorables para ello. La gente en las cuatro partes del Kurdistán y quienes viven en el extranjero quieren unidad. Los partidos políticos deben tenerlo en cuenta e implementarla.

La situación en Bashur

En este contexto, también me gustaría decir algo sobre Bashur. La gente de Bashur ha hecho mucho por Rojava, y desde aquí quiero saludarles. Los jóvenes han ido a Rojava y han participado de su resistencia, algunos han caído mártires. También han comenzado una campaña de boicot contra los productos turcos, y han solicitado la convocatoria de un congreso kurdo innumerables veces. La gente de Bashur está posicionada contra la ocupación y las masacres del Estado turco.

El problema de allí está relacionado con los partidos políticos. A veces hacen importantes declaraciones, pero muchas veces estas declaraciones se basan en estados internacionales. Con esto quiero decir que lo hacen bajo la influencia de estos estados. Deben liberarse de todo esto. Tienen que guiarse por las demandas de la gente. Si lo hacen, no habrá ningún obstáculo para alcanzar la unidad nacional.

La emergencia de un movimiento global

Cuantos más kurdos desarrollen la unidad nacional, mayor democratización se alcanzará en Oriente Medio. El modelo de la nación democrática debe ser desarrollado con ahínco. Cada éxito para los kurdos significa un éxito para toda la región. La cuestión kurda se ha convertido en un problema de alcance global. No concierne solamente a cuatro Estados y Oriente Medio, sino a todo el mundo. El movimiento que está emergiendo a su alrededor y que se está desarrollando es global. Lo vemos en la solidaridad con Rojava. La gente muestra su solidaridad con la resistencia y se opone a la invasión y las masacres de los kurdos en todo el mundo. En este punto, no obstante, hay una deficiencia.

Debemos abordar esta deficiencia para eliminarla. ¿De qué se trata? De que la gente solo está luchando por Rojava. También se debería luchar por Bakur. El Estado turco utiliza la misma política en Bakur que en Rojava. La invasión de Rojava también tiene lugar en Bakur y en Bashur. Los políticos en Bakur son detenidos, los municipios son usurpados, cientos de personas son encarceladas, todas las instituciones kurdas son clausuradas, se prohíben los nombres kurdos de las plazas y las canciones en nuestra lengua, nuestra gente se ve forzada a emigrar y se enfrenta a políticas de asimilación cuando se queda. Cualquier atisbo de actividad política se elimina. Se trata de una continuación del genocidio kurdo. Y todo esto tiene lugar diariamente ante los ojos del mundo entero.

Un mundo en el que vivir

La solidaridad con Rojava, sin una solidaridad simultánea con Bakur y contra el Estado turco, es una lucha con deficiencias. Esta debilidad debe ser remediada. Y tenemos que hacer que esto sea entendible. En el pasado, las masacres kurdas gozaban de un alto grado de aceptación, pero hoy la cuestión kurda se ha extendido por todo el mundo. Todos los liberales y demócratas del mundo defienden a los kurdos. Ven esperanza en nuestra lucha, un mundo en el que pueden vivir. Los años de lucha y el alto precio pagado por los kurdos no han sido en vano. La lucha ha servido a su propósito. Para los kurdos esto supone un logro importantísimo, que tenemos que ser capaces de pecibir.

El punto de partida del genocidio kurdo es Bakur. Cualquiera que esté en pie por Rojava que no se oponga a lo que el Estado turco hace en Bakur se engaña a sí mismo. Solidarizarse exclusivamente por Rojava no aportará ninguna solución. En cambio, si se detiene la campaña de exterminio contra los kurdos en Bakur, el Estado turco ya no podrá llevar a cabo sus masacres en el resto del Kurdistán. En tanto que no haya resistencia contra las prácticas genocidas en Bakur, Turquía se aprovechará y seguirá ocupando las otras partes. Para evitar el peligro en Rojava y Bashur, se deben tomar medidas en Bakur.

El silencio legitima las políticas turcas

Se le debe preguntar a Turquía por qué detiene a políticos, prohíbe actividades políticas de todo tipo, confisca municipios y acaba con todo lo que pertenece a los kurdos y el Kurdistán. Turquía dice que no tiene nada en contra de los kurdos. Sin embargo, ha prohibido hasta los nombres en kurdo. ¿Acaso no es esto un ataque directo contra los kurdos? Están desafiando el idioma, las canciones y toda la cultura kurda. Quieren que todo se base en la cultura turca, que todo el mundo hable en turco y, en consecuencia, se nieguen a sí mismos. ¿No es esta una actitud hostil hacia los kurdos? ¿Cómo podrían los kurdos llegar a aceptar algo así y permanecer en silencio?

En tanto el silencio prevalezca, Turquía continuará con sus políticas de aniquilación en Bakur y en el resto de partes del Kurdistán. Cierto, Turquía tiene el apoyo de la OTAN y de otros países, pero es un hecho alentado por el silencio. Es el silencio el que legitima la política del Estado turco. Y es un tema que tiene que ser abordado. Solo entonces podrá desarrollarse la unidad nacional kurda y mejorar la lucha en base a su principal propósito. Las políticas de aniquilación contra los kurdos deben cesar.