¿De quién es la tarea de cronometrar la guerra de Karabakh?

De una forma u otra, hay un hecho que debemos subrayar: el sultán Tayyip Erdogan está caminando por el sangriento sendero de su propia historia paso a paso...

El conflicto de Nagorno-Karabaj dirigido por la Turquía gobernada por Erdogan proporciona muchas pruebas de que interviene directamente. Además, también es posible considerar el momento de la guerra como una elección consciente de Erdogan y leerlo como una especie de símbolo.

El día de inicio de esta guerra es el mismo día del centenario de la anterior expedición turca. El 28 de septiembre de 1920, el Ejército del Frente Oriental, bajo el mando del gobierno de Ankara, inició la expedición armenia. El 27 de septiembre de 2020, bajo el mando encubierto de Ankara, el ejército azerbaiyano inició la guerra contra Nagorno-Karabaj y Armenia.

Uno de los temas más candentes de este año en la política interior y exterior de Turquía ha sido la conversión de Sofía en una mezquita. Erdogan eligió el 24 de julio para esto. Ese viernes, coincidiendo con el aniversario del Tratado de Lausana de 1923, era el momento perfecto para tal movimiento. Muchos comentaristas afirmaron que el día elegido para esto era muy significativo, y nadie dudó de que Erdogan lo hizo a propósito.

El año pasado, el 9 de octubre de 2019, el ejército turco lanzó una operación de invasión contra Rojava, la zona autónoma de facto controlada por el PYD, en el nordeste de Siria. Curiosamente, esta fecha coincidía con el aniversario de un acontecimiento anterior muy significativo en relación con la cuestión kurda. El líder del PKK, Abdullah Ocalan, fue expulsado de Siria el 9 de octubre de 1998 como resultado de un ultimátum de Turquía. Como es sabido, esta fecha fue el día de inicio de la conspiración internacional que llevó a la captura de Öcalan y su entrega a Turquía después de poco tiempo.

Además, es interesante que la guerra iniciada contra Nagorno-Karabaj en la mañana del domingo 27 de septiembre de 2020 coincida con el centenario de la ofensiva lanzada por el Imperio Otomano contra Armenia el 28 de septiembre de 1920. Podemos calificarlo como el último intento de conquista y expansión turca. Tal vez, mientras que Erdogan quería que este ataque se lanzara el 28 de septiembre, los oficiales de planificación eligieron el domingo por la mañana para atacar en el momento más inesperado.

Está claro que Erdogan, además de su política de expansión multidireccional en Oriente Medio, quiere expandirse en el Cáucaso y amenaza a Armenia, que es un obstáculo para esta expansión en el este. La última guerra que Turquía ha librado junto con Azerbaiyán no sólo ha tenido como objetivo Nagorno-Karabaj, sino también Armenia.

La diplomacia que impone la rendición de Nagorno-Karabaj a Azerbaiyán está condenada al fracaso, como en el pasado. Sin embargo, a condición de que reconozca la voluntad del pueblo de Nagorno-Karabaj y acepte su conexión con Armenia, la petición de Azerbaiyán de devolver otras tierras puede ser aceptada. Cualquier enfoque que no sea el de resolver la cuestión mediante concesiones mutuas no tiene posibilidades de llevarse a la práctica. Todos los que estén a favor de la paz deben pronunciarse teniendo en cuenta esta realidad y apoyar el desarrollo de una fórmula de reconciliación aceptable para ambas partes.