La Comuna Internacionalista de Rojava ha publicado un nuevo folleto titulado “Entrando en una nueva era intelectual”.

En su introducción, la Comunidad Internacionalista de Rojava escribe que “las sociedades practicaron una forma de gobierno autónomo democrático basado en clanes y tribus hasta finales del Neolítico. Se observa, a partir del clan, que estas sociedades vivieron en régimen de autogobierno durante millones de años. La sociedad natural durante el periodo que va del sexto al cuarto milenio a.C., conocido como «Neolítico», representa la cúspide de este largo periodo histórico. En este cenit, la sociedad neolítica formó y desarrolló sus propias estructuras y se convirtió en una sociedad autogobernada”.

La introducción añade que “el deber intelectual es el fenómeno del desarrollo de la mentalidad y el pensamiento sistemático en el nivel de la sociedad democrática. El poder del pensamiento y la acción entra dentro del ámbito del deber intelectual.

La configuración positiva y negativa de las mentalidades está abierta debido a su flexibilidad. Los centros de poder que reconocen esto han atacado principalmente el fenómeno de la mentalidad y han impuesto sus propias mentalidades como dominantes. El secreto de su éxito reside aquí. Por lo tanto, las unidades de civilización democrática deben ante todo emprender una actividad mental. Reunir a todas las unidades dispersas y desorganizadas requiere una actividad intelectual, que es el deber más prioritario”.

El folleto escribe en este sentido que “debemos reconocer que nuestra época actual está marcada por crisis sistémicas y que estas crisis, causadas por una crisis intelectual, sólo pueden resolverse mediante una nueva revolución intelectual. El paradigma democrático, ecológico y de liberación de la mujer propuesto por el pensador kurdo Abdullah Öcalan (Rêber Apo), que engloba una revolución intelectual, también ha abierto el camino a un nuevo paradigma histórico-social. El respeto a la historia exige definir la mentalidad de civilización democrática desarrollada como una revolución intelectual si seguimos el lenguaje del desarrollo dialéctico de la sociedad histórica. Es necesario afirmar que con el modelo de sistema organizado desarrollado ha nacido una nueva era intelectual, aunque no se comprenda plenamente al nivel deseado”.

En resumen, dice el folleto, “el sistema confederal democrático es donde mejor pueden expresarse las unidades antisistema de la civilización democrática. El confederalismo democrático es la organización de la Nación Democrática de una sociedad sin Estado. Es esencial que aproximadamente el noventa por ciento de la sociedad, las unidades de la civilización democrática, alcancen y participen en la organización confederal. Esta es la esfera fundamental. Si una sociedad clasista y estatista está tan bien organizada y posee enormes medios, entonces las unidades de la civilización democrática también deben organizarse, alcanzar la mentalidad de una nación democrática basada en los principios del pluralismo y organizar el sistema confederal democrático que la encarna, convirtiendo así a la sociedad en sujeto. Como se ha visto en la historia, la entidad más poderosa es el pueblo organizado que se ha transformado en un sistema.

La unidad nacional democrática de la civilización democrática es una unidad consciente organizada a escala del Kurdistán. Sin embargo, no es posible que esta unidad logre construirse dentro de las fronteras del Kurdistán. Limitarse a la conctrucción local es contrario al lenguaje de la vida social. Sólo puede tener éxito multiplicándose, regionalizándose y universalizándose. Por encima de todo, hay que poseer y adherirse a este tipo de pensamiento y mentalidad. De lo contrario, se repetirán los ejemplos negativos experimentados en la historia, y la gente se verá condenada a la desesperanza y a la falta de opciones”.