Hakkari: “Cuentos de miedo y de terror estatal”

Sinem Seven, co-presidenta provincial del HDP por Hakkari, denuncia que las fuerzas estatales están tratando de intimidar la ciudad por medio del bloqueo.

En Hakkari se aplica la ley marcial desde 2015. Se llevan a cabo registros policiales en puntos de control situados en todas las entradas y salidas de la ciudad y en cada vecindario. Casi todas las actividades del HDP son prohibidas. Y los intentos de reclutar a jóvenes informantes son una práctica común.

Sinem Seven, co-presidenta provincial del HDP por Hakkari, ha hablado con ANF sobre las presiones que se sufren en Hakkari. Ha explicado que aquí se implementan políticas especiales de guerra, y ha añadido: “Nuestros jóvenes son alentados a consumir drogas. Igual que ocurre en Batman, soldados y policías atacan a mujeres y chicas jóvenes. Las prohibiciones se están convirtiendo en una ilegalización de facto. Cuando queremos ir hasta Şemdinli desde aquí, tenemos que pasar por 20 puntos de control. Han sido creados para intimidar a la gente”.

Más soldados que ciudadanos

Seven también ha subrayado que el número de soldados desplegados en Hakkari casi excede el de la población de la ciudad, y ha continuado: “Perdimos las anteriores elecciones por los votos de los soldados. Todo el mundo se siente presionado por la fuerte presencia del ejército. Cuando trabajamos como partido, llevan a cabo registros por los domicilios por los que pasamos. La gente vive amenazada. Mires a donde mires, todo está bloqueado”.

Estado de miedo

Señalando que los jóvenes son acosados en comisaría y que hay intentos de reclutarlos como informantes, Seven ha declarado que también hay graves agresiones sexuales contra las mujeres. Señalando que muchos de los incidentes que tienen lugar en Hakkari quedan dentro del ámbito familiar por los miedos a las consecuencias, ha añadido: “Hay registros policiales en puntos de control situados en todas las entradas y salidas de todos los vecindarios. Entras en un mercado y aparecen personas con armas de cañón largo, armas que no dudan en sacar. Hay miedo; miedo tanto al Estado como a los clanes tribales. El miedo a ser asesinado y excluido prevalece”.

Seven ha agregado que las madres y los padres están asustados ante la amenaza de que les pase algo a sus hijos. En este sentido, los propios padres suelen asustar a sus hijos ante la posibilidad de que les pase algo. “Esto es lo que nos dicen las familias que visitamos. Su silencio es comprensible. También nos dicen que nos apoyan”.

Presiones sobre el HDP

Hablando sobre las presiones que sufre el partido, Seven ha recordado que el AKP sigue llevando a cabo eventos de todo tipo mientras se lo prohíben al HDP. “El 25 de noviembre, se impidió a las mujeres entrar en el distrito para protestar, detuvieron sus vehículos y les impusieron multas. Registran quién entra y qui´n sale de la sede de nuestro partido las 24 horas del día. Hay mucha presión, pero a pesar de eso vemos que nuestro trabajo es apreciado por la gente”.