Histórico y sísmico. Dos adjetivos que describen bien lo que ha ocurrido en las elecciones de Euskadi y Galicia. Pero hay un tercer adjetivo que debe ser añadido ya que califica adecuadamente a los otros dos: izquierda. Y es que tanto en Euskadi como en Galicia, de hecho, el cambio histórico y sísmico ha sido a la izquierda.

En Euskadi, Euskal Herria Bildu (EHB), la coalición de izquierdas e independentista (abertzale) ha obtenido el mejor resultado de su historia al ganar 22 escaños (4 más que en las elecciones anteriores) y el 27% de los votos. Junto con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), mucho más moderado, las fuerzas nacionalistas suman un asombroso 67% de los votos. Por supuesto, esta es una alianza que el PNV no prevé.

Aún así, es motivo de reflexión. En cualquier caso, EH Bildu puede mirar a la izquierda cómodamente ya que está liderando los partidos de izquierda y si (improbable pero aún así, ¡siempre se puede tener esperanza!) el Partido Socialista finalmente despertara en Euskadi, un gobierno mayoritario de izquierdas sería posible. Los socialistas, de hecho, han conseguido un diputado más en el Parlamento vasco (llegando a 10). Elkarrekin Podemos, la rama vasca del grupo liderado por el Vicepresidente del gobierno de España Pablo Iglesias, ha perdido más de la mitad de su representación en Euskal Herria (de 11 a 6 escaños), y es la verdadera decepción de estas elecciones. Sin embargo, juntos los partidos de izquierda obtendrían los 38 escaños necesarios para gobernar con estabilidad.

Siendo realistas, será lo mismo de siempre: el PNV formará una alianza con el Partido Socialista. El actual Lehendakari (presidente), Iñigo Urukullo, ha llevado al Partido Nacionalista Vasco (PNV) a su mejor resultado desde 1984, con alrededor del 40% de los votos.

El otro dato histórico ha sido la abstención, que ha alacanzado el 47,14%. Aún así, EH Bildu ha obtenido casi 24.000 votos en comparación con 2016.

La verdadera nota discordante para Euskadi ha sido la elección (en la provincia de Alaba) de una diputada del partido fascista y racista de derechas, Vox.

Galicia vira a la izquierda

En Galicia ha habido un cambio sísmico en términos de izquierda. El avance del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) se ha materializado a costa de los Socialistas Gallegos (PSdeG). Dirigido por Ana Pontón, de 42 años, el Bloque ha atraído un alto número de votantes mujeres, según las encuestas, y ahora es el segundo grupo más grande en el Parlamento y líder de la oposición.

Sin embargo, el primer ministro gallego Albert Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular (PP), ha obtenido su cuarta mayoría absoluta.