En los años 90, el Estado turco llevó a cabo políticas de guerra sucia contra el pueblo kurdo, como quemar pueblos, evacuar localidades y obligar a la gente a emigrar.
Uno de los más de 4.000 pueblos quemados y destruidas en Kurdistán es la aldea de Kafro, al pie de las montañas Bagok, entre los distritos de Midyat y Nusaybin en Mardin.
El pueblo de Kafro y sus ciudadanos asirios vivieron su primera victimización después de que el Estado cambiara el nombre original a "Elbeğendi". Luego se vieron expuestos a las presiones del Estado tanto por sus creencias como por su oposición.
Decenas de asirios fueron asesinados por las fuerzas oficiales y paramilitares del Estado en lo que tristemente se conoce como "asesinatos sin resolver". Debido a la opresión estatal, la inmensa mayoría de los asirios tuvieron que emigrar a Europa y América.
El pueblo de Kafro y sus alrededores fueron casi completamente abandonados. Después de que los asirios, que habían estado viviendo en Kurdistán durante cientos de años, emigraran uno por uno, sólo quedaron atrás las aldeas en ruinas.
Aunque se fueron lejos, dejaron un pedazo de sus corazones en las Montañas Bagok. Debido a que estas montañas eran Turabdin, una tierra sagrada para los asirios y un territorio al que estaban profundamente conectados.
Un sueño hecho realidad
Era el sueño de todos los asirios volver a Turabdin, sin importar en qué parte del mundo estuvieran.
Han esperado décadas para que este sueño se haga realidad. Y finalmente pasó, en 2007. Después de negociaciones entre la diáspora asiria y el Estado turco, decidieron regresar a sus tierras.
Los asirios, que regresaron a sus aldeas en ruinas, comenzaron a reparar sus casas. En lugar de las antiguas casas de pueblo, los asirios construyeron villas de 2-3 pisos de acuerdo con la textura histórica.
Cerca de 60 familias regresaron y se instalarm en el pueblo, mientras que cerca de 200 familias ahora pasan sus vacaciones en el pueblo durante los meses de verano.
Se abrieron lugares para los jóvenes y, además, muchos pueblos se han convertido en lugares que atraen a los turistas.