Karasu: “La unidad nacional kurda es importante”

“No se trata de crear un Estado kurdo propio. Mucho más que eso, se trata de la prevención de este genocidio en curso y de la protección de la existencia kurda”, dice el ejecutivo de la KCK en una entrevista en la que aborda el Tratado de Lausana.

En la segunda parte de esta entrevista, Mustafa Karasu, miembro del Consejo Ejecutivo de la KCK, habla sobre la proximidad del aniversario del genocidio yazidí, el centenario del Tratado de Lausana y la importancia de la unidad nacional kurda.

La primera parte de esta entrevista puede leerse aquí.

Dentro de unos días será el aniversario del genocidio contra los yazidíes. ¿Qué le gustaría decir con este motivo? ¿Y cuáles son las perspectivas de la sociedad yazidí en la actualidad?

Hace nueve años se perpetró en Shengal uno de los crímenes más brutales de la historia. Intentaron acabar por completo con la sociedad yazidí. Pero la guerrilla de las HPG lo impidió en el último segundo. Separar a un pueblo de su propia geografía constituye un genocidio. Toda cultura florece en su propio suelo. Cada flor da su color y fragancia más bellos cuando crece en su propio suelo. El grupo de guerrilleros y guerrilleras que llegó a Shengal era un grupo realmente pequeño, pero inmediatamente comenzó a resistir contra los genocidas combatientes del ISIS. Más tarde, llegaron los combatientes de las YPG y las YPJ y consiguieron abrir un corredor para que los civiles pudieran escapar. Así, la sociedad yazidí se salvó de este genocidio. Todavía lo recuerdan muy bien. Lo que muchos no saben es que Rêber Apo ya había advertido de la llegada del ISIS y había pedido que se protegiera a la sociedad yazidí. Esta fue una orden dada directamente por Rêber Apo y cumplida por las guerrillas de las HPG y las YJA Star, así como por los combatientes de las YPG y las YPJ.

Hoy, los yazidíes siguen regresando a su tierra natal. Después de todo lo que han vivido, este pueblo necesita que se le permita ser libre y autónomo. Tantas identidades y culturas diferentes en el mundo han demostrado que sólo se puede proteger la existencia y la libertad mediante la autonomía y la administración autónoma. En este sentido, en este aniversario del genocidio perpetrado contra la sociedad yazidí por el ISIS, todos los pueblos del mundo y todas las fuerzas de la democracia y la humanidad deben apoyar la lucha de la sociedad yazidí por la libertad, la democracia y su propia existencia. La mejor manera de expresar su amor por la sociedad yazidí es aceptar su administración autónoma. De lo contrario, difícilmente podrán sobrevivir. Especialmente en las condiciones de la modernidad capitalista, las culturas, las identidades y las creencias sólo pueden sobrevivir mediante la administración autónoma. De lo contrario, en la era de la modernidad capitalista y del Estado-nación, el destino de todas las identidades y creencias es el genocidio.

Faltan pocos días para el centenario del Tratado de Lausana. Fue un día histórico cuyos efectos aún se dejan sentir hoy en día. ¿Puede hablarnos de los antecedentes de este tratado?

El Tratado de Lausana ha tenido un enorme impacto no sólo en la sociedad kurda, sino también en todos los pueblos de Oriente Medio. Este tratado es la base de un genocidio. De hecho, se celebraron dos congresos en las ciudades [kurdas del norte/turcas del este] de Erzurum y Sivas antes de que se firmara en Lausana. Como resultado de ellos, se declaró el Misak-ı Milli [Pacto Nacional], es decir, el objetivo de establecer una patria y un gobierno juntos como turcos y kurdos. Los kurdos apoyaron este objetivo de establecer un país libre e independiente. Pero, ¿qué ocurrió después? Aunque la existencia del pueblo kurdo fue reconocida en la constitución de 1921, empezaron a negarla con la declaración de la nueva constitución en 1924. Esta negación se basa en el Tratado de Lausana.

Este tratado trata básicamente de lo siguiente: los británicos exigieron al Estado turco que les dejara Mosul y Kirkuk. A cambio, prometieron permitir que el Estado turco llevara a cabo un genocidio contra los kurdos dentro de sus propias fronteras. Tanto el Estado turco en su conjunto como el gobierno kemalista en particular lo aceptaron. En otras palabras, Lausana es un acuerdo de genocidio kurdo.

Los Estados británico y francés son tan responsables de esto como las Naciones Unidas. El gobierno turco obtuvo el derecho a llevar a cabo un genocidio contra los kurdos y las kurdas con la aprobación de estos Estados al abandonar Mosul y Kirkuk. El Estado-nación creado por la modernidad capitalista es en sí mismo una herramienta de genocidio. No sólo en esta región. Si echamos un vistazo a la historia, veremos que muchos pueblos y culturas diferentes han sido objeto de genocidio con esta herramienta.

En este sentido, no sólo hay que oponerse al Tratado de Lausana y a la política de genocidio, sino al propio Estado-nación. La mentalidad que crea el Estado-nación conduce al genocidio. La voluntad turca de crear su propio Estado-nación ha conducido al genocidio contra la sociedad kurda. Lo mismo puede decirse de los persas y los árabes, que crearon sus propios Estados-nación basados en el genocidio cultural. Pero el Estado turco es el ejemplo más concreto.

El Estado turco recibió en Lausana el derecho a llevar a cabo un genocidio contra los kurdos y las kurdas. Y por si fuera poco, ahora quiere convertir toda la geografía kurda, a la que llama Misak-ı Milli, en la zona de expansión de la nación turca aplastando al Movimiento de Liberación del Kurdistán. Quiere tomar Rojava y Kurdistán del Sur [“Bashur”] bajo su hegemonía y establecer la nación turca allí también. Todo esto no puede considerarse independiente del Tratado de Lausana.

Hace unos días se celebró en Lausana una conferencia sobre el centenario de la firma del Tratado. Esto es muy importante. Las conversaciones sobre la unidad nacional kurda tuvieron lugar en la ciudad donde el Kurdistán se dividió en cuatro partes hace cien años. Pero cuando hablamos de unidad nacional, tenemos que ser realistas. Hablar de unidad nacional sin ver la situación actual del KDP significa no dar ningún paso. Porque este es un tema esencial. Existe la percepción de que no puede haber unidad nacional sin el KDP. Obviamente, lo mejor sería que el KDP se uniera a los esfuerzos de unidad nacional, pero han demostrado que no quieren hacerlo. Quieren dominar toda la nación y hacerse con todo el poder político. Hubo un tiempo en que quisieron dialogar. Fue durante el alto el fuego de 2012 y 2013. Después de que se declarara el alto el fuego y se detuviera la guerra, el KDP vino corriendo a nosotros y nosotras, y quiso hablar. Pero cuando Turquía rompió el alto el fuego y lo reanudó, el KDP se retiró inmediatamente. La unidad nacional es importante. Todos los grupos y partidos kurdos deben unirse. Hoy, el KDP constituye un obstáculo para la unidad nacional.

Se firmó el Tratado de Lausana y el Kurdistán quedó dividido. Pero todavía hay una oportunidad para detener este genocidio. No se trata de crear un Estado kurdo propio. Mucho más que eso, se trata de la prevención de este genocidio en curso y de la protección de la existencia kurda.

La unidad nacional garantizará la administración autónoma kurda en todas las partes del Kurdistán. Se han dado pasos importantes y se ha avanzado mucho en este sentido. Hay avances significativos en Rojava y Kurdistán Sur, pero también en Kurdistán Norte [“Bakur”] y Kurdistán Este [“Rojhilat”] la lucha del pueblo kurdo es fuerte. El principal logro es que hay un fuerte reconocimiento de la existencia kurda. La lucha que se libra en las cuatro partes del Kurdistán lo ha hecho posible.

Recientemente se ha vuelto a hablar mucho de la revolución en Rojava, tanto de las perspectivas que han surgido de ella como de los problemas para construir estructuras para la sociedad. ¿Ha podido seguir estos debates? ¿Qué opina de ellos?

En primer lugar, la Revolución de Rojava es una gran revolución. En Oriente Medio hay muchos problemas esenciales y cuestiones abiertas en relación con la nación, la fe, la cultura, las mujeres, la democracia y mucho más. A través de la Revolución de Rojava, se han encontrado las soluciones adecuadas a todos estos problemas. En cierto modo, no es sólo una revolución que resuelve el problema kurdo, sino una revolución que propone una solución a los problemas de todo Oriente Medio. Se trata de la comprensión de la nación democrática, de la democracia, de la convivencia de diferentes confesiones y de la libertad de las mujeres. Se trata de dejar de lado los conflictos sectarios, nacionales y de poder y de obtener derechos como parte de la democracia en lugar de luchas de poder y de buscar un Estado. Se trata de resolver los problemas sin adaptar una mentalidad de poder. Esto es muy importante, porque es la mentalidad de Estado y de poder la que crea todos los problemas y los hace irresolubles. En el momento en que entras en la esfera del Estado y del poder, pierdes la capacidad de resolver problemas.

Los habitantes de Rojava han demostrado que lo entienden bien. Es la aplicación práctica de la perspectiva creada por Rêber Apo. Pero también me gustaría señalar que el paradigma de Rêber Apo aún no se ha aplicado plenamente en Rojava. A pesar de ello, todo el mundo ha visto lo importante y valiosa que es incluso esta aplicación inadecuada. En este sentido, la Revolución de Rojava es un campo de libertad, un modelo en el entorno de opresión y persecución de Oriente Medio. Creemos que la Revolución de Rojava y la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria serán un modelo.

¿Puede haber alguna otra solución para una nueva Siria mientras todas estas bandas y grupos afiliados a Turquía intentan hacerse con el poder en el país? No, no puede haberla. ¿Puede lograrse la estabilidad en Siria sin cambiar el entendimiento del régimen actual? No. El único denominador común para la estabilización de Siria son los principios sociales y políticos planteados por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria. Los dirigentes del Norte y el Este de Siria son capaces de llegar a un compromiso. Pero, ¿cómo se puede lograr la reconciliación con bandas, con grupos que están bajo la influencia de Turquía? A menos que el propio régimen cambie, no se podrá proporcionar estabilidad y una solución, y no será posible llegar a un compromiso.

Por otra parte, la Revolución de Rojava ha desempeñado un papel importante en la unión de las fuerzas democráticas de Oriente Medio. Ha creado una alianza árabe-kurda en Siria contra la agresión del Estado turco. Se trata de acontecimientos realmente importantes, no sólo para Siria, sino para todo Oriente Medio. Por lo tanto, me gustaría saludar esta revolución. Creemos que los kurdos, los árabes, los asirios y los circasianos protegerán esta revolución contra todo tipo de ataques sobre la base de la idea de una nación democrática. Esta revolución es una revolución muy hermosa, aunque pueda tener sus defectos. Los problemas existentes se derivan del hecho de que el paradigma de Rêber Apo no se ha aplicado plenamente. Pero incluso en su estado actual, es una revolución que cuenta con el apoyo de todos los pueblos y es un ejemplo para Oriente Medio. Por ello, saludo respetuosamente a todos los que han contribuido a esta revolución.

Recientemente se celebró en Vilna una cumbre de la OTAN, en la que se anunció que Turquía había dado luz verde a la adhesión de Suecia a la alianza. En este contexto, se debatieron intensamente los intereses del Estado turco en materia de política exterior. ¿Cómo valora la política de alianzas de Turquía?

Los kurdos y las kurdas de las cuatro partes del Kurdistán se enfrentan a la amenaza de genocidio. Para finalizar el genocidio, Turquía aprovecha cualquier oportunidad para chantajear a las potencias internacionales. Lo hacen con los refugiados, su pertenencia a la OTAN y sus relaciones con Rusia. El Estado turco y las funciones del gobierno trabajan basándose en esta mentalidad de chantaje. No es un país democrático en absoluto. Persigue a los kurdos y a las kurdas. Cuando piden ayuda a la Unión Europea (UE), que se autodenomina democrática todo el tiempo, en su política de genocidio, la UE accede inmediatamente. La postura de la UE es realmente hipócrita y desvergonzada. Ningún Estado debería negociar con Turquía y utilizar la lucha del pueblo kurdo por la libertad como moneda de cambio.

¿Qué hace exactamente ahora el Estado turco? Supuestamente, Suecia y algunos otros países no estaban dispuestos a dar a Turquía ciertas armas, porque decían que el ejército turco haría mal uso de ellas y las volvería contra los kurdos y las kurdas.

Dijeron que Turquía no estaba utilizando estas armas de la manera correcta y que, en cambio, las estaba utilizando contra los kurdos. Pero ahora dicen que venderán esas armas a Turquía. Este ha sido siempre el principal objetivo del Estado turco. También está la exigencia de Turquía de que se le entregue una serie de kurdos. Turquía utiliza la presión para conseguirlo. Pero el objetivo básico de Turquía es conseguir apoyo político para el genocidio. Para eso quieren esas armas y la OTAN está dispuesta a proporcionárselas.

El Estado turco forma todo tipo de alianzas, relaciones, instituciones, por ejemplo la OTAN y la UE. La única razón es llevar a cabo el genocidio kurdo. Forma estas alianzas para conseguir apoyo para el genocidio kurdo. Si estas alianzas les exigieran detener el genocidio, Turquía no permanecería en ellas ni un segundo.

Ahora el Estado turco vuelve a intentar convertirse en miembro de la UE. Esto no se debe a que realmente quieran entrar, sólo quieren los beneficios de la adhesión a la UE. Tratarán de conseguirlos después de que finalicen el genocidio kurdo. Turquía no intentará seriamente entrar en la UE hasta que no finalice el genocidio kurdo. Porque la UE tiene sus propios criterios, medidas, la carta de autonomía local, etc.. Cuando Turquía se convierta en miembro de la UE, tendrá que renunciar a su política de genocidio kurdo. Pero sólo quiere utilizar a la UE para el genocidio kurdo. Por el momento, Turquía no tiene ningún interés en entrar en la UE. Es un hecho sobre el que nadie debe engañarse.

En este sentido, tanto la OTAN como la UE se han convertido en instituciones que el Estado turco utiliza para la cuestión kurda. Como kurdos y kurdas, queremos advertir a estas instituciones que no apoyen este genocidio. Dicen que entienden la sensibilidad del Estado turco, pero quiero preguntarles dónde está su sensibilidad mientras Rojava está siendo bombardeada todos los días; dónde está su sensibilidad con respecto a todos los presos y presas políticos kurdos en Turquía.

En resumen, la reciente cumbre de la OTAN fue una reunión realmente vergonzosa. Las negociaciones entre los kurdos y el PKK tuvieron lugar allí sin la participación de los kurdos. En este sentido, todos los kurdos y las kurdas deben posicionarse realmente contra la OTAN y contra esta actitud de la UE. La OTAN y la UE no deberían ser socios en el genocidio kurdo, pero actualmente lo son. Al igual que lo fueron en el pasado en el genocidio armenio. Las políticas y los conflictos de aquel periodo condujeron al genocidio armenio. Ahora, se están convirtiendo en cómplices del genocidio de los kurdos. Tienen que renunciar a ello lo antes posible.

Noticias relacionadas: