Hay una gran tragedia humanitaria en la Franja de Gaza debido al conflicto que se intensificó con el ataque de Hamás a Israel. Gaza ya no es la antigua Gaza. También es impredecible dónde y cuándo cesarán los ataques israelíes. Aún no se ha encontrado ningún mecanismo en el ámbito internacional para limitarlos o detenerlos. Más de 26.000 palestinos ya han muerto en esta guerra. Los asentamientos y gran parte de la infraestructura de la Franja de Gaza han sido destruidos. El número de víctimas aumenta día a día, el saldo de la destrucción es cada día más pesado.
La ocupación de Gaza también ha sacudido el equilibrio político en la región. La posibilidad de una expansión regional se ha convertido en el tema principal del debate actual. El resurgimiento de las tensiones en el Mar Rojo significa que los hutíes de Yemen se han sumado. Es probable que el conflicto por el Mar Rojo se intensifique aún más. El Hezbollah libanés también está llevando a cabo ataques contra Israel. Sin embargo, todavía no se puede decir que el conflicto se haya extendido al Líbano. El ataque de represalia israelí contra la oficina de Hamás en el centro de Beirut, en el que murieron Saleh al-Aruri, una de las principales figuras de Hamás, y su séquito, siguió siendo una operación localizada.
En el aniversario de la conmemoración del general iraní Qasem Soleimani, se llevó a cabo un ataque en Kerman en el que murieron más de 100 personas. Aunque el ISIS se atribuyó la autoría de este ataque en Irán, provocó un efecto de conmoción inesperado. A cambio, Irán disparó cohetes contra Hewlêr (Erbil) y mató a un empresario, lo que provocó nuevas tensiones. Las milicias afiliadas a Irán están atacando repetidamente bases militares estadounidenses en Irak y Siria, enviando el mensaje de que Irán no dejará en paz a Estados Unidos. A Irán le conviene atacar desde lejos y con fuerzas indirectas para obtener superioridad psicológica. El ataque más reciente estuvo dirigido contra las tropas estadounidenses en Jordania. Tres soldados murieron en el mismo, reivindicado directamente por Irán y sus fuerzas asociadas, y que representa un gran desafío.
Se está acumulando una tensión controlada contra Estados Unidos en una amplia zona geográfica en los frentes de grupos respaldados por Irán en Yemen, Jordania, Libia, Siria e Irak. Incluso si estas acciones parecen picaduras de mosquitos, son ataques que incomodan mucho a Estados Unidos. La naturaleza de las guerras actuales es de acoso, con misiles disparados y ataques aéreos a intervalos, en lugar de una guerra total en el frente, en el aire y en tierra. El ataque en Jordania provocó las primeras bajas del ejército estadounidense desde el 7 de octubre. El presidente estadounidense Biden declaró que el ataque, en el que murieron tres soldados y 25 resultaron heridos, había provocado un efecto de conmoción en Estados Unidos. No ocultó su sorpresa ante el mismo.
La base militar estadounidense, conocida como Torre 22, está situada cerca de la base militar de al-Tanf en la frontera con Siria y tiene una ubicación estratégica. El mensaje que se transmitirá con este ataque es: "No dejaremos solos a Estados Unidos y somos capaces de atacar donde queramos". La reacción de Estados Unidos a este shock fue: "Responderemos". Actualmente es imposible predecir hacia dónde conducirá esta escalada en los conflictos regionales en desarrollo.
Mientras continúan los ataques y amenazas mutuas entre EE.UU. e Irán y el conflicto entre Israel y Hamás y se vislumbra un nuevo frente de guerra en el Mar Rojo, la noticia del fin de la presencia militar estadounidense en Irak también apunta a cambios en la política estadounidense hacia Irak y Siria.
Dado el impacto potencial de la tensión actual, y en particular del conflicto en curso entre Israel y Hamás, en las elecciones presidenciales estadounidenses que tendrán lugar a finales de año, es probable que se hagan ajustes, si no fundamentales cambios de política en la región. El hecho mismo de que se esté discutiendo una retirada de la región muestra la necesidad de una nueva política.
La retirada de Estados Unidos de Irak y Siria no sólo provocaría graves problemas en la lucha contra el ISIS, sino que también significaría que Irán perdería su superioridad psicológica en Oriente Medio. Esto implica un cambio en el equilibrio de poder regional a favor de Rusia e Irán. Y eso, por supuesto, tendrá consecuencias.
Turquía querrá hacer realidad sus ambiciones de larga data de ocupar y anexar Rojava. Las relaciones políticas están determinadas por las áreas geográficas y los temas donde coinciden los intereses. La relación entre Estados Unidos y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) no va más allá de una relación táctica en el contexto de la lucha contra el ISIS. Calificarla de amistad estratégica sería una exageración. Estados Unidos estará presente en Siria mientras sus propios intereses nacionales lo permitan. Si no es de su interés, no hay motivo para que se queden. De hecho, la decisión de abandonar Siria se tomó en la era Trump y se produjo una retirada parcial. Con las elecciones presidenciales de 2024 y un posible cambio de poder, la política estadounidense sobre Siria podría volver a transformarse. Otra invasión de Turquía también podría estar en la agenda.
Turquía seguirá siendo una espina clavada en la región bajo el gobierno de Erdoğan. Continuará profundizando la hostilidad en su política kurda. Al igual que en el norte y el sur del Kurdistán, también hay planes para la destrucción de Rojava. Los representantes de Rojava han abordado repetidamente el hecho de que Estados Unidos no está adoptando una postura convincente ante los ataques aéreos turcos. Los intentos del Estado turco de ocupar y anexar Rojava están condenados a conducir a un callejón sin salida a largo plazo, como dice el refrán "siembra viento y cosecha torbellino".
El Estado turco está bloqueando los esfuerzos para encontrar una solución y normalizar las relaciones con Damasco. En cualquier caso, es necesario que la Administración Autónoma Democrática de Rojava se prepare para todas las opciones posibles. Debe demostrar una estructura de voluntad que pueda soportar todas las condiciones, incluida la destrucción de la infraestructura económica. Para mantener el estatus autónomo actual, se deben considerar todas las opciones alternativas de lucha. La política en toda la región es muy impredecible. Por esta razón, cobran importancia enfoques y relaciones que requieren mucha más sensibilidad.
Son los componentes del pueblo los que determinarán los acontecimientos y fijarán el punto final. Quienes se basan en la estructura organizativa del pueblo siempre ganarán.
Traducido y editado por ANF español