Miles de revolucionarios kurdos y turcos fueron encarcelados antes del golpe militar del 12 de septiembre de 1980. Muchos de ellos fueron enviados a la tristemente célebre prisión de Diyarbakir (Amed) y desde allí comenzaron una resistencia épica, empezando por Mazlum Doğan que, el día del Newroz de 1982, inició la resistencia encendiendo tres cerillas, poniéndolas sobre la mesa de su celda y quitándose la vida con el mensaje “La rendición es una traición, la resistencia trae la victoria”.
Con las condiciones inhumanas del sistema de tortura de la prisión de Diyarbakir, donde los prisioneros estaban sujetos a horribles formas de abuso como violencia sexual, violación, terror psicológico, palizas, electrochoques y ser forzados a comer excrementos de perro, el Estado trató de romper toda fe en los ideales, sueños y utopías de aquellos presos.
La resistencia de la prisión de Diyarbakir, sin embargo, despertó el apoyo popular.
El 14 de julio de 1982, Mehmet Hayri Durmuş, Kemal Pir, Akif Yılmaz y Ali Çiçek iniciaron un ayuno estricto. Esta huelga de hambre se convertiría en una resistencia histórica e inspiradora cuyo legado sigue hoy todavía muy vivo.
Los cuatro líderes del PKK cayeron mártires como resultado de aquella huelga de hambre. Kemal Pir murió al 55º día de su ayuno estricto con 30 años de edad, después de perder la vista. Es la encarnación del espíritu radical e internacionalista del movimiento, y un puente para los pueblos turco y kurdo en lucha.
Mehmet Hayri Durmuş anunció el comienzo del ayuno estricto ante el tribunal. “Hay violencia en la prisión”, dijo. “Decenas de amigos han sido asesinados, cientos de personas han sido heridas y todavía no está claro cuántas personas serán asesinadas. Sí, digo ‘basta’, y a partir de hoy comienzo un ayuno estricto”.
El tribunal hizo todo lo posible para disuadir a M. Hayri Durmuş de su decisión, pero estaba decidido: “No, estoy decidido. No es una acción que haya desarrollado sobre una base emocional, es una decisión que he tomado pensando y concentrándome profundamente. El PKK es un movimiento serio, estoy aquí como alguien que es el principal responsable de este movimiento, tengo que llevar a cabo mis obligaciones con seriedad. En primer lugar, hay que reconocer tanto al pueblo kurdo y como al movimiento del PKK, que es su representante, y por lo tanto, nuestra identidad política. Pero no renuncio a mi decisión porque sé que su mentalidad no cambiará...”
Kemal Pir y Ali Çiçek, que se encontraban entre los presos que oyeron a Hayri aguantar la respiración ante el gran silencio de la sala, se unieron al “ayuno de la muerte” junto con otros tres prisioneros más.
Cuando el juez le preguntó a Kemal Pir: “¿Tú también, Kemal?”, éste respondió: “Sí, sí, yo también. He dicho decenas de veces antes: ‘Si alguien levanta la bandera de nuevo, yo seré el segundo’”.
Akif Yılmaz, que no estaba en la sala, también se unió al ayuno estricto. Representando el consejo militar de Kenan Evren en el calabozo de Amed, Esat Oktay Yıldıran llevó a Akif Yılmaz al 36º distrito donde Hayri, Kemal, Ali y otros activistas se unieron a la huelga de hambre dos días después del 14 de julio.