La subida de los alquileres tras el terremoto agrava los problemas de los desplazados de Diyarbakır

Antes de los terremotos, el municipio de Diyarbakır colocó carteles por toda la ciudad en los que se leía: "No dejaremos a nadie en la calle". Hoy, muchos de esos anuncios dan a campamentos de tiendas de campaña donde miles de personas se han refugiado.

Enfrentados a innumerables retos tras el terremoto, los residentes desplazados de Diyarbakır entrevistados por Turkey recap dijeron que el aumento de los alquileres, los caseros oportunistas y la falta general de ayuda presentaban obstáculos adicionales a su búsqueda de nuevos hogares.

En toda Turquía, los precios de los alquileres se han disparado en los últimos años, y los residentes de Diyarbakır se quejan de que muchos caseros locales están subiendo sus tarifas y no hacen excepciones con las personas cuyas casas se derrumbaron o quedaron inhabitables por los terremotos.

Como consecuencia, algunos residentes de la ciudad se alojan con familiares en pueblos cercanos, mientras que los que no tienen alternativas llevan más de dos semanas en tiendas de campaña.

Songül Kalkanlı, una madre desplazada con tres hijos, dijo que las columnas de soporte de su edificio sufrieron daños estructurales, por lo que actualmente se aloja en el estadio deportivo de Diyarbakır.

"No tenemos dónde quedarnos", dijo Kalkanlı a Turkey recap, añadiendo que las necesidades de comida y alojamiento de las víctimas del terremoto se estaban cubriendo en el estadio. "Cuidan de nosotros, pero no sabemos cuánto tiempo continuará. Estamos destrozados".

Kalkanlı dijo que, tras los terremotos, los alquileres de Diyarbakır subieron hasta niveles que el salario mínimo de su marido (unas 8.500 liras turcas) no podía permitirse. También subieron mucho las tarifas de las empresas de mudanzas.

"Los caseros intentan echar a los antiguos inquilinos y cobrar a los nuevos entre 5.000 y 6.000 liras", dijo Kalkanlı. "Estoy indignada, pero ¿qué puedo decir y a quién se lo digo? El Estado debería echarnos una mano y ayudarnos".

Edificios dañados en el centro de Diyarbakır. © İnanç Yıldız

Oportunismo inmobiliario.

El presidente de la Asociación de Agentes y Consultores Inmobiliarios de Diyarbakır, Mustafa Koç, confirmó la existencia de "oportunismo inmobiliario" en la ciudad tras el terremoto. Dijo que los alquileres en Diyarbakır casi se habían triplicado desde el 6 de febrero, castigando aún más a las víctimas del terremoto.

Koç añadió que los miembros de la asociación que abusen de la situación serán expulsados.

"Nuestros miembros no deben actuar como intermediarios en el negocio de alquiler y venta de los propietarios que exigen alquileres elevados", declaró Koç a Turkey recap. "Pido a nuestros ciudadanos que presenten una denuncia ante las autoridades competentes en relación con el coste de los alquileres. Haremos todo lo posible por castigar a quienes exijan alquileres irreales, sean quienes sean."

Sacide Söylemez, otra residente desplazada, dijo sentirse desamparada después de que los equipos de limpieza declararan su casa insegura para ser habitada y trasladaran sus pertenencias a un lugar desconocido. Añadió que su marido también ganaba el salario mínimo.

"Ya sabes cuánto es el salario mínimo", dijo Söylemez. "¿Cómo voy a pagar el alquiler con eso, comer con eso, cómo?"

Süphan Turhan, que se mudó de su casa debido a las grietas del edificio, describe lo ocurrido como una "tragedia". Dijo que su familia permaneció en una mezquita durante días y que ahora se han trasladado al pueblo.

"Miramos muchas casas y los alquileres eran muy caros", declaró Turhan a Turkey recap.

"Fíjate, las casas cuestan entre 9.000 y 10.000 liras", continuó. "En un lugar, el hombre dijo primero 3.500 liras, luego lo subió a 7.000 liras. ¿Adónde podemos llegar con esta situación? Esto es deshonesto. Hubo un terremoto, murió mucha gente… Ningún ser humano hace eso. Mientras los extranjeros ayudan, nuestra propia gente nos oprime".

Evaluación de daños

Durante el terremoto, un total de 22 edificios se derrumbaron en Diyarbakır, siete de ellos en el centro de la ciudad. Los estudios de evaluación de daños realizados por la Dirección Provincial de Medio Ambiente muestran que el número de víctimas estructurales podría ser mucho mayor. Según sus observaciones hasta la fecha, 1.044 edificios de la ciudad sufrieron daños moderados y otros 1.110, graves, por lo que estos últimos son candidatos a la demolición inmediata.

Según los datos publicados el 18 de febrero por la Plataforma de Protección y Solidaridad de la Ciudad de Diyarbakır, 409 residentes de la ciudad perdieron la vida y 902 personas resultaron heridas a causa del terremoto.

Aunque se utilizaron principalmente escuelas, mezquitas, vagones de tren, estadios municipales, pabellones deportivos y otras instalaciones para albergar a los residentes desplazados, las instituciones estatales AFAD y Kızılay también instalaron tiendas de campaña en diversos puntos de la ciudad.

Según datos de la AFAD, 6.328 personas viven actualmente en tiendas de campaña en Diyarbakır. El número total de personas que se refugiaron en diversos puntos de la ciudad debido al terremoto es de unas 22.000.

Zeynep Yücel sentada frente a su tienda, que comparte con 18 personas. © İnanç Yıldız

Tiendas abarrotadas

Continúan los preparativos para que la AFAD establezca un refugio de 675 contenedores junto al Hospital de Formación e Investigación de Gazi Yaşargil. Mientras tanto, Serkan Yaprak y su familia viven en una tienda que comparten con 17 personas de otras tres familias.

"Ha llegado tanta ayuda a Diyarbakır. ¿Qué ha pasado con ella? No lo entendemos", dijo Yaprak a Turkey recap.

"Nos trajeron una manta vieja. No la aceptamos. Fuimos y trajimos una de nuestra casa", continuó. "Sin zapatos, sin ropa, sin nada. Mi abrigo se ha vuelto negro por el humo del fuego que encendemos por la noche para protegernos del frío. Nadie pregunta por mi estado. Nuestra casa está dañada. Nos han dicho que no entremos. No sé qué hacer".

Zeynep Yücel, una residente desplazada con diabetes e hipertensión, tiene heridas en muchas partes del cuerpo y camina cojeando. Yücel dijo que 18 personas viven en su tienda porque sus casas resultaron dañadas.

También se queja de la falta de ayuda, y señala que la electricidad se corta de vez en cuando por las tardes en el parque Sümer, donde se encuentra su tienda. Yücel dijo que su familia se sienta junto al fuego hasta por la mañana para mantenerse caliente.

"Hace frío, no me acuesto hasta por la mañana", dijo Yücel a Turkey recap.

"Tampoco dan leña. Recogemos cartón o algo y lo quemamos. Nadie nos pregunta si tenemos hambre… Hay dos o tres mantas viejas en nuestra tienda, que mi pariente trajo de fuera [del campo]. Nos dicen que nos están ayudando. No ayudan, de verdad que no ayudan".

Según Yücel, la ayuda no sólo es insuficiente, sino que además se distribuye de forma desorganizada.

"Algunas familias reciben cuatro o cinco cartones, otras no reciben ninguno", explicó Yücel, refiriéndose a los cartones que se utilizan como suelo en las tiendas de campaña. "Algunos cogen mantas, las dejan en sus casas por la noche y luego vuelven a pedir ayuda en una tienda vacía. También somos ciudadanos de Turquía. Deberían tratar a todos por igual".

Anuncio municipal en el que se lee: «No dejaremos a nadie en la calle». © İnanç Yıldız

Tiempos difíciles para los refugiados

Aunque las condiciones de vida son duras para casi todos los supervivientes del terremoto en diversas partes de la ciudad, la situación es mucho peor para los refugiados. Algunos sirios en Diyarbakır no pudieron conseguir tiendas de campaña.

Como resultado, viven en su mayoría en tiendas improvisadas instaladas en el parque Koşuyolu, donde una de las tiendas visibles está hecha de mantas cosidas entre sí. La familia kurda de Siria que vive en esa tienda no se atreve a hablar.

"Si hablo, me enviarán a Siria", dice uno de los miembros de la familia. "No podemos seguir viviendo allí. Hay tanto que decir, pero tengo miedo de hablar".

«Nos han deshonrado», dijo Layika Şin, en la foto junto a su tienda de campaña, que se quejó de que la ayuda de AFAD ha sido insuficiente. © İnanç Yıldız

Manos amigas

Aunque hay muchos obstáculos para satisfacer las necesidades de los residentes desplazados de Diyarbakır, también hay quienes prestan ayuda para intentar colmar las lagunas. Uno de ellos es Hasan Cantürk, que llegó a Diyarbakir desde İzmir con camiones de ayuda.

Cantürk afirmó que consideraba insuficiente la ayuda de la AFAD y que empezó a ayudar por sus propios medios.

"Superaremos estos días mano a mano", declaró Cantürk a Turkey recap. "En lugar de esperar a que venga algo de algún sitio, intentamos hacer lo que podemos. Queremos que cualquiera haga lo que pueda estos días. Si se necesita ayuda, ayuden. Si se necesita alojamiento, abran sus casas".

Artículo publicado originalmente en Turkey recap y traducido por Rojava Azadî Madrid.