“Las operaciones militares turcas devuelven las perspectivas de una guerra civil entre kurdos”

La situación en el Kurdistán iraquí es crítica. Mientras Turquía redobla sus bombardeos contra las guerrillas del PKK y la población civil, las tensiones intrakurdas van en aumento.

ANÁLISIS

Las bombas que todos los días caen en el Kurdistán iraquí (Bashur) apenas se escuchan en el resto del mundo. Desde hace meses, el Estado turco lanza ataques por aire y por tierra en una frontera caliente que a muy pocos parece importarles. El objetivo final del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan es ocupar la mayor cantidad posible de territorio y anexionarlo. Al mismo tiempo, la obsesión del mandatario turco es derrotar a las guerrillas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que tienen sus bases en las montañas de Qandil, un territorio fronterizo con Irán que la insurgencia convirtió en su fortaleza.

Lo que sucede en Bashur es similar a lo que atraviesan los pueblos de Rojava (Kurdistán sirio): Turquía ocupa varias regiones —como Afrin, Serekaniye y Gire Spi— y bombardea diariamente a civiles, milicianos de las fuerzas de autodefensa y la infraestructura fundamental para un territorio bloqueado y asediado desde hace varios años.

En medio de este panorama, las tensiones intrakurdas florecen con el paso de los días, en especial porque el Estado turco busca que esas diferencias desencadenen un conflicto interno que podría ser devastador para el pueblo kurdo. En Bashur, además del PKK, el Partido Democrático de Kurdistán (PDK) —que gobierna con mano de hierro la región autónoma kurda de Irak— y la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), conforman una triada que por momentos se vislumbra frágil y conflictiva. El PDK, liderado por la familia Barzani, es el principal aliado de Ankara para sus políticas expansionistas y de ocupación. Por eso, desde la dirección del PDK el apoyo a Turquía en su actual invasión es total.

Para desentrañar este rompecabezas histórico que late con las pulsiones urgentes y de guerra que atraviesan a Medio Oriente, El Salto Diario habló con Kamal Chomani, periodista kurdo y magister en Políticas Públicas de la Escuela de Políticas Públicas Willy Brandt (Alemania) y en Literatura Inglesa de la Universidad de Bangalore (India). Los artículos de Chomani, que se pueden leer en el Kurdish Peace Institute o en Al-Monitor, profundizan sobre su propio pueblo y las pujas internas de sus principales organizaciones políticas.

Kurdistán, ubicado en el corazón de Medio Oriente y conformado por más de 40 millones de habitantes, es uno de los grandes temas sin resolver a nivel internacional. La negación sistemática de los derechos de los y las kurdas es una política común en Turquía, pero también en Siria, Irak e Irán, los otros tres países en los que quedó dividido ese pueblo.

Para Chomani es claro que la política exterior de Ankara está determinada por la cuestión kurda al interior de Turquía. “El Estado turco se fundó negando los derechos kurdos. Como los cimientos del Estado turco se basan en la negación de la existencia de los kurdos, el Estado continúa luchando contra ellos, ya que los guardianes del Estado turco creen que cualquier victoria de los kurdos en cualquier lugar es una pérdida para el Estado turco”, resume el periodista kurdo.

¿Cuál es el objetivo de Turquía al invadir varias zonas del Kurdistán iraquí?
El Estado turco tiene varios objetivos. En primer lugar, erradicar el Movimiento de Liberación Kurdo en Turquía, principalmente el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que ha sido un objetivo clave de Turquía desde que el PKK inició su campaña militar contra el Estado turco en 1984. El PKK ha sido el mayor despertar kurdo del siglo XX y su continuidad se ha extendido a todas las partes de Kurdistán, incluidos los kurdos en la diáspora. La nación kurda ha pasado por un proceso de asimilación en Turquía y el PKK ha sido el elemento clave del despertar kurdo y la lucha por la libertad. El Estado turco ha convertido a la cuestión kurda en un asunto de seguridad. Esta invasión de partes del Kurdistán iraquí es la continuación de la política turca de negación de la nación kurda y de securitización de la cuestión kurda, en lugar de resolverla por medios pacíficos. El Estado turco no logró resolver la cuestión kurda en 2015 por medios pacíficos, y el colapso de las conversaciones de paz entre los kurdos y el Estado turco fortaleció aún más a los neofascistas en el país, que continúan con la doctrina del Estado turco de negación de los derechos kurdos, por lo que necesitan seguir securitizando la cuestión kurda.

El Estado turco ha tenido éxito en poner a políticos y activistas kurdos, así como a periodistas, en las celdas de las prisiones del país. Sin embargo, ha sido un fracaso en la erradicación del PKK como organización militar. El Estado turco se inspiró en el gobierno de Sri Lanka, ya que pudieron poner fin a la insurgencia de los Tigres Tamiles, aunque hasta ahora la inspiración no ha dado frutos al Estado turco. En segundo lugar, el Estado turco tiene ambiciones geopolíticas, especialmente bajo la presidencia de Erdogan, que aspira a ser un nuevo sultán otomano. Las ambiciones neootomanas turcas son claras. Tienen la vista puesta en la expansión a otras partes de Medio Oriente. Con la lucha contra los kurdos, el Estado turco logra dos objetivos clave: primero, como mencioné anteriormente, erradicar al Movimiento de Liberación Kurdo, y segundo, expandir su soberanía territorial. Turquía ha invadido dos partes de Kurdistán, violando la vulnerabilidad de dos Estados en los que habitan kurdos. El Estado turco tiene problemas con ambos países solo cuando los kurdos lograron cierta autonomía política y cultural en Siria e Irak.

¿Por qué el Partido Democrático de Kurdistán no interviene para detener los ataques turcos?
El PDK no sólo no interviene en los ataques turcos, sino que se ha convertido en un facilitador del Estado turco. Lamentablemente, una de las tragedias kurdas es la inequidad kurda. El PDK ha sido un aliado de Turquía desde la década de 1990 por varias razones económicas, políticas y militares. El PDK considera al PKK una amenaza para sus cimientos tribales.

Políticamente, las operaciones ya han llevado a los partidos políticos kurdos al borde de otra guerra civil, no sólo entre el PDK y el PKK, sino incluso entre el PDK y la UPK, ya que el PDK utiliza las operaciones turcas para seguir reprimiendo a los disidentes y consolidar el poder en Erbil, excluyendo a la UPK y a otros del reparto del poder. Mientras tanto, las fuerzas Peshmerga [fuerzas militares del PDK] se han dividido aún más. Esto se suma a la incertidumbre del mercado, en el marco de las crisis económicas en el Kurdistán iraquí. La inversión internacional tiene miedo de venir a Kurdistán y los inversores locales prefieren ir a otras partes de Irak, ya que una de las razones de la crisis económica del Kurdistán iraquí son las operaciones militares turcas.

El Movimiento de Liberación Kurdo ha sufrido por sus conflictos internos tanto como por las fuerzas de ocupación de Kurdistán. Por primera vez en años, las operaciones turcas están devolviendo de nuevo las perspectivas de una guerra civil entre los kurdos, especialmente entre el PKK y el PDK, ya que este último ayuda oficialmente y extraoficialmente a las operaciones turcas y las justifica. De todo el espectro político iraquí, sólo el PDK apoya las operaciones, lo que ha puesto al PKK en una situación muy vulnerable, ya que no quiere enfrentarse a las fuerzas kurdas.

Como consecuencia de los impactos en Rojava, las operaciones turcas han consolidado aún más las relaciones entre el PDK y el Estado turco hasta cierto punto. El PDK considera a Rojava como una extensión del PKK y hace todo lo posible para socavar los avances en esa región, como hemos visto en la declaración de Masrour Barzani en la que pide a la Coalición Global para Derrotar a ISIS y a Estados Unidos que dejen de armar a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) por su conexión con el PKK, una afirmación que solo ha hecho Turquía.

Irak necesita cuidar sus fronteras y ha estado bajo presión de Turquía, ya que puede usar el flujo de agua contra el país. Irak, como Estado fallido, ha fracasado drásticamente en la protección de sus territorios. Turquía ha construido más de 40 bases militares en Irak, incluida una en las áreas que Turquía estableció en nombre de la lucha contra ISIS, pero Turquía nunca participó en la guerra contra ISIS. Y aunque ISIS ha sido desmantelado en Irak, Turquía mantiene su base en Bashiq. Sin embargo, también hay otro problema: si Irak mueve sus fuerzas, debería recibir ayuda de los Peshmerga kurdos, pero los Peshmerga del PDK consideran que las fuerzas iraquíes son ocupantes si se desplazan a las fronteras, mientras que los Peshmerga del PDK no encuentran ningún problema en facilitar el avance de las fuerzas turcas contra el PKK, ya que existe una alianza entre el PDK y el Estado turco.

El PDK está siendo tratado como un representante de Turquía y la línea financiera del PDK está completamente controlada por Turquía. Por otro lado, el PDK considera al PKK como una amenaza existencial porque el PDK es un partido político neopatrimonial tribal dirigido por un oligarca tribal [Masoud Barzani], mientras que ideológicamente el PKK sostiene ideales progresistas que se oponen a los fundamentos mismos del PDK. El PDK ha perdido apoyo popular entre los kurdos, no sólo en el Kurdistán iraquí sino también a nivel de todo Kurdistán. Históricamente, el mulá Mustafá Barzani, el padre de Masoud, tenía un apoyo decente entre los kurdos de Siria y Turquía, pero ahora los partidarios de Masoud Barzani no pueden llegar al Parlamento en Turquía, y en Siria son tan débiles que no tienen una base firme en Rojava.

¿Cómo describiría al gobierno del PDK en el Kurdistán iraquí?
El gobierno del PDK ha sido el mayor fracaso de los gabinetes del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK) posteriores a 2003. Aunque no culpo enteramente al actual primer ministro Masrour Barzani, ya que asumió un gobierno que estaba profundamente endeudado. Eso no reduce la responsabilidad del PDK, ya que ha sido el partido principal en todos los gabinetes del GRK posteriores a 2003.

Masrour Barzani no sólo no logró introducir las reformas que prometió, sino que también acabó con la poca libertad de la que disfrutaba el pueblo kurdo. El GRK controla la única región de Irak donde los periodistas están en prisión y han sido condenados por expresar sus opiniones críticas. La disidencia política está reprimida. El desarrollo económico se ha detenido. El GRK no ha proporcionado electricidad ni agua potable. La brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor. La corrupción está muy extendida. Los Peshmerga siguen divididos y la militarización del GRK está tan extendida como en la década de 1990. Las fuerzas de seguridad siguen bajo el mando del PDK y la UPK. La tasa de desempleo es tan alta que los jóvenes no tienen otra solución que tomar la ruta mortal hacia Europa occidental. El GRK no ha logrado crear empleos. Si bien el GRK es un fracaso, el gobierno actual no rehúye la privatización del sector público. El sector privado también es del PDK y la UPK, donde las empresas de los clanes Talabani y Barzani se han apoderado del mercado. El establishment clientelista y corrupto del Kurdistán iraquí se ha convertido en el sistema.

Teniendo en cuenta la actual invasión turca, ¿cuál es la posición de la Unión Patriótica de Kurdistán?
La UPK es un partido dividido. Sus miembros están completamente en contra de la invasión turca y sus dirigentes se oponen de alguna manera a la invasión. Sin embargo, no es suficiente, ya que el presidente iraquí Latif Rashid pertenece a la UPK. La UPK podría hacer mucho más. Si bien ha habido un mejor entendimiento entre la UPK y el PKK, sus dirigentes no han logrado ver las ambiciones del Estado turco. El Estado turco está saboteando el progreso de la UPK en la región de Kirkuk al unir a los turcomanos, los árabes sunitas y el PDK para que un miembro de la UPK no obtenga el puesto de gobernador, que es un derecho electoral de la UPK, ya que tiene más escaños que cualquier otro partido político. No obstante, la UPK no tiene una política clara sobre cómo tratar con Ankara y el Movimiento de Liberación Kurdo en Irán y Turquía. Su postura sobre Rojava fue un buen mecanismo para mostrar la unidad kurda y el avance hacia una mejor cooperación y coordinación para luchar contra ISIS, pero pronto fue interrumpido.

¿Cómo afectan los ataques turcos a la sociedad civil en el Kurdistán iraquí?
Los ataques turcos la han afectado negativamente, ya que la sociedad civil kurda quiere adoptar una postura de oposición a la invasión. Sin embargo, tanto las administraciones del PDK como de la UPK no han permitido que la sociedad civil exprese sus puntos de vista a través de protestas, aunque la UPK ha sido menos agresiva en comparación con el PDK. El GRK está utilizando la invasión turca para reprimir aún más a la sociedad civil. Existe una esfera cada vez menos democrática en la que el público puede expresar sus opiniones.

Mientras tanto, el impacto a largo plazo de la operación de Turquía en la región del Kurdistán de Irak llevó a la evacuación de alrededor de 600 aldeas. Hasta ahora han muerto alrededor de 100 civiles. También se ha provocado la deforestación y la destrucción del ecosistema de las montañas. Los impactos de las operaciones en el Kurdistán iraquí están ahí. Sin embargo, en Medio Oriente las cosas son así: Irán seguirá interviniendo en Irak y sus milicias serán más numerosas y legítimas, ya que el ejército iraquí no puede impedir una mayor expansión turca no sólo en el Kurdistán iraquí sino en todo Irak. Los esfuerzos de Irak por reconstruir el Estado, especialmente en el campo de la seguridad y el ejército, se ven saboteados porque las milicias se aprovechan de la debilidad del aparato militar y de seguridad iraquí para reivindicar su legitimidad en ausencia del ejército para tomar medidas para impedir la ocupación turca. Turquía tiene bases militares en las zonas en disputa y su ambición expansionista neootomana de llegar al petróleo de Kirkuk, en nombre de la protección de los turcomanos, ha preocupado a los iraquíes. En un escenario así, todo Medio Oriente se verá envuelto en otra crisis. La expansión turca hacia las montañas de Qandil, o en un escenario donde el PKK sea expulsado de allí, significa que el terrorismo islámico tendrá un refugio seguro para reclutar y organizar, algo que Turquía podría querer utilizar contra Occidente, por un lado, y contra el “Eje de la Resistencia” liderado por Irán, por el otro.

Se acusa a Turquía de utilizar armas químicas en el Kurdistán iraquí, así como de violar las leyes internacionales al establecer bases militares en territorio iraquí. ¿Por qué la comunidad internacional no interviene en esta situación?
La comunidad internacional está de acuerdo con el Estado turco. En primer lugar, las políticas de la comunidad internacional, principalmente de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en Irak y la región, han sido de estabilidad, estabilidad y estabilidad, y tal vez después de democracia y compromiso con el derecho y las normas internacionales. Mientras tanto, en lo que respecta a Turquía, Estados Unidos y la UE han estado de su lado, o al menos no se han opuesto a las invasiones turcas. En cuanto a Rusia y China, no tienen mucha influencia. Rusia tampoco ha logrado impedir que Turquía invada franjas de Siria. Estados Unidos tiene la responsabilidad moral en Irak de proteger el territorio, pero no han mostrado ningún interés en ayudar a resolver el problema de la invasión y agresión turca en Irak. Estados Unidos podría estar ayudando a Turquía y al PKK a resolver su problema, una petición que el PKK ha compartido en diferentes ocasiones.

¿El gobierno central de Bagdad tiene la capacidad de detener la actual invasión turca?
Si Irak y el GRK trabajan juntos pueden detener a Turquía, ya que pueden llevar el asunto ante la ONU. Mientras tanto, si tanto Irak como el GRK recurren a Estados Unidos, creo que este último país será más útil para detener a Turquía.

¿Cuál es su opinión sobre el PKK y su lucha actual contra la invasión turca?
El PKK está en modo defensivo. Aunque ha perdido algo de territorio, puede sobrevivir. Ahora se encuentra en las profundidades de las montañas y en túneles. Los túneles han ayudado al PKK a sobrevivir a medida que la guerra turca ha avanzado. El nuevo sistema de guerra turco de alta tecnología ha dañado drásticamente al PKK en los últimos 10 años, pero no ha logrado sus objetivos. El PKK ha estado trabajando durante años en el desarrollo de sistemas antidrones y, por primera vez, parece haber tenido éxito, ya que recientemente ha podido derribar drones turcos. El PKK posiblemente pueda aprovechar el desarrollo de drones y misiles antidrones de fabricación propia en los próximos meses o años, en la medida en que no solo pueda estar en modo de supervivencia y defensa, sino también en modo ofensivo. Esto solo es cuestión de tiempo.

Fuente: Leandro Albani para El Salto Diario