Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo -Línea Fundadora-, de Argentina, visitó a Leyla Guven durante la huelga de hambre el pasado marzo. No fue su primera visita al Kurdistán turco (Bakur). Durante 2012 y 2013 visitó a las Madres de la Paz y las Madres de los Sábados. Sobre esos viajes se realizó el documental “Pañuelos para la Historia”.
Así como las Madres de los Sábados realizan una sentada cada sábado en la plaza Galatasaray en Estambul, las Madres de Plaza de Mayo hace 42 años encabezan una ronda en Plaza de Mayo, en Buenos Aires, reclamando justicia por sus hijos e hijas, por los y las 30.000 desaparecidas. Con el tiempo, fueron sumando reclamos y las luchas de todos los rincones de Argentina y el mundo. No ha sido la excepción la lucha del pueblo kurdo, el recuerdo de Legerin Ciya (Alina Sánchez), las huelgas de hambre, los sótanos de Cizre, y la exigencia de libertad de Abdullah Öcalan.
El pasado jueves, a días de haber finalizado la huelga de hambre de más de 200 días encabezada por la parlamentaria del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Leyla Güven, Nora Cortiñas habló durante la ronda de las Madres sobre la situación de la resistencia del pueblo kurdo: “Ustedes recuerdan que Öcalan está preso hace 20 años en la isla-prisión de Imrali, y que Leyla Güven, de 56 años, comenzó una huelga de hambre indefinida hace seis meses, pidiendo el fin del aislamiento, a la que se sumaron miles de presos políticos y activistas. La misma Leyla dijo que la huelga no era para morir sino para que su pueblo pudiera vivir con dignidad. Estuvo 200 días de huelga de hambre, es increíble du fuerza. Después de eso permitieron las visitas a Abdullah Öcalan, resultado de las huelgas de hambre y de todos los pueblos del mundo por visibilizar la causa, y es así como el presidente de Turquía, Erdogan, que además es un genocida, tuvo que anunciar que el aislamiento terminaba”.
De esta manera, Nora relataba al público presenta lo que había sucedido. También habló de la importancia de estar atentos a lo que siga aconteciendo y a seguir presionando para que realmente el aislamiento finalice.
Luego de la ronda, la ANF pudo entrevistar a Nora Cortiñas.
-¿Qué sentiste después de haber visitado a Leyla Güven? ¿Qué impresiones te dejó su lucha?
-Desde el día que fui a ver a Leyla Güven fue todo emoción, todo fue una admiración, por ella y por todo el pueblo kurdo. Yo ya tenía conocimiento de las Madres de la Paz y las Madres de los Sábados, ya había filmado una película documental con ellas (“Pañuelos en la Historia”) y había vivido muchas emociones. Pero el día que fui y la abracé a Leyla, fue algo especial, primero porque es otro mundo, no es el nuestro, y era un mundo que yo no conocía, fue todo muy hermoso. Además la admiración y respeto por su líder político Abdullah Öcalan me causó una impresión que me hizo sentir que esta es la verdadera lucha y resistencia de un pueblo. Aprecié todo el amor que se tienen entre ellos, porque para un pueblo tomar una determinación como la de Leyla y tener a siete mil compañeros que siguen tu acción con la misma entrega, es una cosa hermosa. Ese pueblo no se merece tanta persecución, por eso justamente el presidente de Turquía Erdogan los persigue donde estén.
-Después de la victoria de las huelgas de hambre que lograron que públicamente acepten el fin del aislamiento y que al menos haya habido dos visitas después de ocho años, ¿creés que el gobierno turco va a cumplir efectivamente con lo que dice?
-Creo que va a costar mucho, mis amigos kurdos dudan de que suceda, por como Erdogan ha sido con otros pueblos, con el pueblo kurdo y con Siria, con tanta guerra y masacre. Pero queremos tener la fuerza de la creencia y la convicción, porque de cualquier manera lo que está claro es que el pueblo kurdo va a seguir luchando y no van a bajar nunca las banderas. Creo que es una prueba de resistencia histórica, y muy importante. No será ahora el éxito de que el gobierno los deje vivir en paz, ese sería el logro mayor, pero con lo que acaban de lograr van hacia ese proceso.
-¿Cuáles fueron tus sensaciones e impresiones en tus viajes por el Kurdistán turco?
-Cuando fui a filmar la película con Alejandro Haddad fue muy importante, fue impactante, porque yo no conocía ese pueblo, sus costumbres, pero vi que las madres eran iguales que yo, el dolor era el mismo y no había un idioma que nos separará del dolor. Eran las mismas ganas de luchar, el mismo deseo de enfrentar ese fascismo tan grande que hay en Turquía.
Cuando fui en marzo a ver a Leyla fue otro impacto. Leyla tiene entrega, una mujer de 56 años que no hablaba de final de la huelga, hablaba de una huelga infinita, no para morir. Yo empecé a amar aún más al pueblo kurdo con todas mis fuerzas. Tenemos que poner desde acá los ojos en el pueblo kurdo, en el palestino, en el saharaui, tenemos que ver que en el mundo hay una persecución para todos los pueblos que luchan por su liberación.
-¿Qué mensaje le enviarías a Leyla Güven?
-Primero que le envío un gran abrazo. Deseo que se reponga, que la misma voluntad que ella puso para vivir y sobrevivir a la huelga de hambre, ahora la tiene que poner para lograr todos sus objetivos: la vida digna para su pueblo. Yo le deseo toda la suerte del mundo y deseo que todos los huelguistas de hambre logren la libertad y la vida digna para todo su pueblo.