Emine Osê, portavoz de la Copresidencia de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), contesta a las preguntas de ANF sobre la coyuntura en el aniversario de los ataques de invasión turcos contra Serêkaniyê y Girê Spî, iniciados el 9 de octubre de 2019.
Turquía acordó con los EE. UU. un cese el fuego en Serêkaniyê y Girê Spi el 17 de octubre, y con Rusia el 22 de octubre. Las SDF también firmaron este acuerdo, pero sabemos que Turquía no cumplió con el mismo y ocupó algunas zonas de Til Temir y Zirgan. Continúa atacando en las zonas que ha ocupado. ¿Por qué los EE. UU. y Rusia permanecen en silencio?
Estas dos fuerzas están en conflicto por sus posiciones y presencia en la región. Rusia está utilizando constantemente al Estado turco como amenaza en contra nuestra. Lo mismo los EE. UU. Tenemos una posición delicada entre estas dos fuerzas; para proteger nuestros logros, para fortalecernos y ser una fuerza de solución. Eso es lo que nos importa.
La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas publicó un informe el 15 de septiembre en el que incluye crímenes contra la humanidad perpetrados por Turquía. ¿Qué ha hecho la ocupación turca durante el año de ocupación? ¿Cómo está la situación en las zonas ocupadas?
El informe tiene sentido para nosotros. Es un reflejo parcial de las prácticas del Estado turco en las zonas ocupadas. A estas alturas, apenas se han tomado medidas para evitarlo. Hay un discurso, pero no una actitud. En las regiones ocupadas las torturas, el pillaje, las masacres, los rescates, los desplazamientos y los cambios demográficos se experimentan a diario. Se impone la lengua turca a los niños de otros pueblos. Se les pone la bandera turca en las manos en las escuelas.
Como Administración Autónoma, ¿qué tipo de trabajo están llevando a cabo en el terreno internacional para liberar las regiones ocupadas del Estado turco?
Nuestra promesa a nuestra gente es liberar nuestros propios territorios y que puedan regresar a sus tierras. Sin embargo, pasa otra cosa: la situación de Siria es completamente ambigua y no hay nada claro. No podemos decir qué pasará y cómo. No está claro cómo se desarrollará una solución en el país. No somos los únicos que lo dicen. El mundo entero lo dice. Todos los esfuerzos hechos desde 2012 han sido en vano, no se ha alcanzado ningún resultado. El caos en la región se está profundizando. Las intervenciones son desenfrenadas. No está claro qué camino tomará esta situación.
Siguen las amenazas contra las zonas de la Administración Autónoma. La última semana, Erdogan dijo: “Las zonas terroristas en Siria serán limpiadas como se prometió o iremos a limpiarlas nosotros mismos”. ¿Quién cree que le hizo ciertas promesas a Erdogan y al Estado turco?
Sin los ataques, Erdogan no puede sobrevivir. La política en Turquía está en un punto muerto en el interior, la economía se está colapsando, y la situación se está convirtiendo en un caos. Lo encubre con el chauvinismo. Erdogan no podrá ganar las elecciones democráticamente. Combina el chovinismo y la agresión para mantener a la sociedad turca de su lado.
Por supuesto, puede haber ataques. No vemos que tal situación desaparezca. No nos engañemos a nosotros mismos. La situación de Siria es ambigua. No está clara. ¿Qué se requiere en esta incertidumbre? Protegerse y tomar precauciones. Necesitamos fortalecer la gestión y prepararnos para todas las posibilidades serias ante esta incertidumbre.