Residentes en el campamento de Makhmur sobre el KDP: “Lo que nos hizo fue peor que el enemigo”

Hablamos con varios residentes en el campamento de Makhmur, contra el que el KDP es especialmente brutal. Los residentes denuncian torturas y amenazas.

Hemos hablado con varios residentes en el campamento de Makhmur, contra el que el KDP es especialmente brutal. Los residentes denuncian torturas y amenazas.

Alrededor de 12.000 personas viven en el campamento de refugiados autónomo de Şehîd Rûstem Cûdi (Makhmur). Las familias proceden del Kurdistán Norte (el Kurdistán que quedó dentro de la fronteras geopolíticas de Turquía tras el Tratado de Lausana) y huyeron al Kurdistán Sur (el Kurdistán que quedó dentro de la fronteras geopolíticas de Irak tras el Tratado de Lausana) en 1994, sobre todo como consecuencia de la destrucción de la provincia de Şirnak. En lugar de buscar individualmente la forma de seguir huyendo, la gente se organizó y creó una nueva vida democrática de base en este campamento de refugiados. Sin embargo, la Región del Kurdistán Sur está gobernado por un gobierno títere a merced de Ankara. El clan Barzani y su partido, el Partido Demócrata del Kurdistán (KDP), se aferran al poder con la ayuda de Ankara. Por ello, el campamento ha sido objeto en su historia de innumerables represalias por parte del KDP, así como de ataques turcos.

Los corresponsales de ANF hablaron con Sukrî Nêrwehî y Tekîn Qewalî, residentes en el campamento, sobre la situación.

Asesinatos y amenazas del KDP

Şukrî Nêrwehî, residente en el campamento, recuerda los primeros días: "Debido a la tiranía del Estado turco, decidimos ir al Kurdistán Sur, donde viven los kurdos, donde tenemos un país. Porque se había producido una revolución en el Kurdistán Sur, y mucha gente de Botan y de nuestra tribu participó en esta revolución como Peshmergas. Por eso fuimos al sur. Por desgracia, vinimos del Kurdistán Norte y nos alojaron en estos campamentos. ¿Qué pasó entonces? Tres personas desaparecieron del campamento. Como residentes del campamento, decidimos averiguar qué les había pasado. Un centenar de nosotros acudimos a las fuerzas de seguridad. Vino Neçirvan Barzani y se celebró una reunión. En esta reunión, Neçirvan Barzani dijo al principio lo que debería haber dicho al final. Dijo que a cualquiera que no perteneciera a la familia Barzani y a los rebeldes del Kurdistán Sur se le aplastaría el cráneo. Nunca olvidaré estas palabras de Neçirvan Barzani.

El silencio significa la destrucción del pueblo kurdo.

Por eso dijo que haría lo que el enemigo no hizo contra las conquistas kurdas. No hay un solo día en que el pueblo kurdo no se enfrente a esta traición. El KDP comete esta traición tanto en el Kurdistán Sur como en Rojava (el Kurdistán que quedó dentro de la fronteras geopolíticas de Siria tras el Tratado de Lausana), el Kurdistán Norte y Kurdistán del Este (el Kurdistán que quedó dentro de la fronteras geopolíticas de Irán tras el Tratado de Lausana), especialmente cuando se celebran elecciones. Incluso hoy se apoya al enemigo en todos los sentidos. Eso es maldad. El pueblo kurdo, especialmente el pueblo del sur del Kurdistán, debe defenderse de esto. Hay quienes adoptan una postura, pero el silencio significa la destrucción del pueblo kurdo".

Nêrwehî añadió: "¿Por qué traicionan a nuestros hijos e hijas, a nuestros amigos y amigas? Hace unos días, dos amigos fueron emboscados por uno de ellos. ¿Qué moral, qué religión aprueba algo así? Exigimos que el pueblo del Kurdistán Sur se enfrente a la gente que hace estas cosas. Que se posicione en contra de la actitud del clan Barzani. A la familia Barzani no le importa lo que se pierde en las cuatro partes del Kurdistán. Ignora las cuatro partes del Kurdistán para mantener su propio poder. Si nos fijamos en la historia, Idris Barzani es considerado un pionero desde una perspectiva nacional. Nadie puede negarlo. Neçirvan es su hijo, pero mientras siga con esta mentalidad retrógrada, nunca le veré como su hijo".

Me detuvieron como si hubiese hecho algo malo.

El propio Nêrwehî experimentó la represión del KDP. Sobre su detención dijo: "En 2015, fui detenido por el KDP en Mêrge Şîşê. Aştî Koçer me dijo: 'Eres miembro del PKK, te has unido al PKK', y yo le respondí: 'Si yo fuera miembro del PKK, entonces Mesrûr (Barzani) también lo sería porque también vive en Mêrge Şîşê. Entonces dije: 'Así es, soy miembro del PKK, soy kurdo. Mis pensamientos son los del PKK. Por eso no tenemos malas intenciones. Rêber Apo no nos enseñó la mala conciencia'. En otras palabras, la filosofía apoísta nos enseñó que debíamos vivir en fraternidad y paz. Me detuvieron como si hubiera hecho algo malo. Estuve detenido 20 días. Una vez al día venían a fotografiarme.

¿Debemos tratar así a los kurdos? Incluso les dije que a los agentes no los tenían en la cárcel ni un solo día, pero aquí nos tienen cautivos. En aquella época, por ejemplo, algunos miembros del Hezbolá iraní vinieron a Irak y Siria, pero tampoco los detuvieron. A mí me liberaron gracias a los esfuerzos de un abogado amigo de mi padre, pero me dijeron que sólo me liberarían si no entraba en el Kurdistán, es decir, en Hewler (Erbil), camino de Makhmur. Me dijeron que no, que viajaría a Makhmur a través de Mosul. Esa noche me enviaron a Mosul y viajé vía Mosul a Makhmur, así que me liberaron".

Su actitud y su forma de actuar fueron totalmente contrarias a la ética. No deberías comportarte así ni siquiera con un enemigo.

En 2018, Tekîn Qewalî viajó a Şemdinli (Şemzînan), en el Kurdistán Norte, para ganar algo de dinero allí. Cuando regresó, sufrió represalias del KDP. Dijo: "Cuando terminamos nuestro trabajo, volvimos de Şemdinli y llegamos al valle de Zawîte. Allí nos obligaron a seguirles y nos dirigieron a la Dirección de las Fuerzas de Seguridad en Duhok. Allí nos rodearon con vehículos. Luego nos sacaron del círculo de los coches como si hubiéramos cometido alguna fechoría. Durante el registro no se encontró nada que pudiera suponer un peligro. Aunque fue breve, fue doloroso. Su actitud y su forma de actuar fueron totalmente contrarias a la ética. No deberías comportarte así ni siquiera con un enemigo. Por un lado hablan kurdo y por otro se comportan así. Nos discriminaron e incluso nos dijeron que nos extraditarían a Turquía y que incluso nos "venderían" en el paso fronterizo de Xabûr. Volvieron a amenazarnos con torturas y palizas. ¿Cuál fue el motivo? Fuimos a Şemdinli para mantener a nuestras familias, trabajábamos allí. Eso les bastaba. Si realmente hubiéramos hecho algo nos habrían encontrado algo, pero no encontraron nada".

Allí no hay nada que pueda llamarse ley. Pasaron seis meses o un año de interrogatorios antes de que compareciera ante el tribunal.

Qewalî continuó: "Nos detuvieron no sólo a petición del servicio secreto del KDP, sino también del servicio secreto del Estado turco porque teníamos algunos mensajes en turco en nuestros teléfonos. Ellos lo sabían, nos los leyeron. Estaba claro que trabajaban con la inteligencia turca. Cientos de personas cambiaron de actitud cuando supieron que éramos de Makhmur. Por eso querían obligarnos a decir que éramos hevals, guerrilleros. Aunque teníamos tarjetas de refugiados, aunque decíamos que estábamos casados, que teníamos una familia, que manteníamos a nuestra familia, nos presionaban. Por ejemplo, siempre me hacían la pregunta: ¿En qué parte del Kurdistán, en qué región trabajaste como guerrillero, cuál era tu tarea allí? En otras palabras, querían que admitiéramos que éramos miembros de la guerrilla. Incluso cuando lo rechazamos, siguieron intentándolo de otra manera. Nos vendaron los ojos, nos esposaron y nos dejaron solos en la oscuridad para asustarnos. Pero no cedimos. Dijimos la verdad. Por eso estuvimos allí tanto tiempo. Allí no hay nada que pueda llamarse ley. Pasaron seis meses o un año de interrogatorios antes de que compareciera ante el tribunal".

Me han arrestado varias veces en el Kurdistán Norte, pero en ningún lugar he experimentado acciones tan injustas y sucias.

Qewalî añadió: "En aquella época me amenazaron con que si volvía a la región de Behdinan, me matarían y me entregarían a Turquía. Ahora me prohíben ir a Behdinan. Si voy allí, me matarán o me extraditarán a Turquía. Me pusieron en libertad bajo esta condición e incluso tuve que firmar un documento. Al final no se pudo probar nada contra nosotros e intervinieron algunas personas, por lo que fuimos puestos en libertad. También me han detenido en otros lugares, me han arrestado varias veces en el Kurdistán Norte, pero en ningún lugar he experimentado acciones tan injustas y sucias. Incluso cuando me dijeron que me extraditarían a Turquía, dije: ‘Usted es kurdo, yo soy kurdo, pero si su conciencia se lo permite, extradítenme’. Me entristeció mucho tener que decir esas palabras. Realmente hay muchas cosas de las que hablar, pero como esta gente actúa de forma tan inmoral y brutal, mucha gente ya no quiere hablar. Puede que el KDP se encuentre en una situación diferente, pero seguimos queriendo que se aparte de esta traición. Ahora tres ciudades como Hewlêr, Duhok y Zaxo son completamente turcas".

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