Hayat Tahrir al-Sham (HTS), respaldado por el Estado turco, llevó a cabo ataques partiendo de Alepo, epicentro de la guerra siria. Su objetivo era apoderarse de regiones como Shehba, Tel Rifaat, Hama, Homs y Latakia, y lanzaron operaciones dirigidas contra Damasco para acabar derrocando al régimen de Assad.
A pesar de la estrategia de 'ganar guerras sin luchar' empleada por HTS y las milicias del Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés), respaldadas y dirigidas por Turquía, ni el régimen sirio ni Irán opusieron resistencia, retirándose de los asentamientos de la región.
En particular, en las zonas de Shehba y Tel Rifaat, los periodistas que fueron testigos de los ataques y de la resistencia de la población desempeñaron un papel innegable en para documentar la guerra. La periodista Rûken Afrin, que cubrió el conflicto como corresponsal de guerra en la región de Tel Rifaat, ha hablado con ANF tanto de la guerra como de la resistencia.
"Los ataques nunca cesaron"
Rûken Afrin habló sobre los ataques de ocupación de Turquía en Afrin en 2018, y luego sobre los asaltos más recientes, y dijo: "En 2018, durante los ataques de ocupación del Estado turco en Afrin, el pueblo sufrió una masacre horrible. Tras 58 días de resistencia, los civiles se vieron obligados a migrar a Shehba. Sin embargo, esta migración no detuvo los ataques de Turquía. Numerosos asaltos contra civiles inocentes se convirtieron en verdaderas masacres.
Muchas personas, entre ellas mujeres, ancianos y niños, perdieron la vida. En medio de estos continuos ataques de Turquía, la población también se enfrentaba a enormes dificultades bajo el bloqueo del régimen sirio. El distrito de Tel Rifaat tiene una importancia estratégica. Tras la migración de civiles a Shehba, Turquía comenzó a planear la ocupación de esta región; sus ataques y planes de ocupación nunca cesaron. Tel Rifaat era especialmente interesante por su importancia geoestratégica. Ofrecía una zona habitable donde la población podía ganarse la vida e incluía una base aérea militar, así como la autopista M5. Estas características hacían de Tel Rifaat un objetivo constante".
"El régimen no luchó; Shehba estaba rodeada"
"Durante los ataques dirigidos por HTS que comenzaron el 27 de noviembre en el oeste de Alepo - prosigue Afrin -, no se produjeron enfrentamientos; en su lugar, hubo una rendición total. El régimen sirio no resistió los ataques y abandonó sus posiciones una a una, retirándose sin mirar atrás".
Afrin recuerda como la región quedó rodeada tras el abandono del régimen y que fueron las Fuerzas de Liberación de Afrin que asumieron la tarea de resistir: "Shehba quedó rodeada por todos lados. Posteriormente, comenzaron fuertes ataques contra seis aldeas de la región de Sherawa, que ya habían sido objetivos frecuentes de los asaltos de las milicias. Durante estos últimos ataques, las Fuerzas de Liberación de Afrin (HRE) demostraron una resistencia significativa durante tres días.
Estas seis aldeas estaban situadas cerca de Nubul, Zehra y el castillo de Samaan (al oeste de Alepo), con sólo unos 100 metros de distancia entre cada aldea. Por lo tanto, capturar una aldea significaba acceder fácilmente a la siguiente. Como estas aldeas estaban rodeadas tanto por HTS como por las fuerzas de ocupación turcas, sufrían ataques constantes y se enfrentaban a intentos de cercarlas".
"Ataques lanzados desde tres frentes distintos"
La periodista resalta la intensidad de los ataques terrestres de las milicas respaldadas y dirigidas por Turuqía: "Simultáneamente, los ataques terrestres de las fuerzas de las milicias respaldadas por Turquía se intensificaron a lo largo de las líneas de las aldeas de Sheikh Isa, Hirbil y Ayn Daqneh. También se llevaron a cabo asaltos desde las aldeas de Ehdas y Sheikh Najjar (la zona industrial), lo que dio lugar a brutales ataques lanzados desde tres frentes distintos. Esto intensificó aún más las tensiones en la región, lo que supuso una importante amenaza para la población local".
"La resistencia del pueblo de Afrin en Shehba - continúa Afrin - representa un capítulo clave de la historia. Adoptando los principios de la Guerra Popular Revolucionaria, la resistencia no fue impulsada únicamente por los recientes ataques, sino que había estado en curso desde la ocupación de Afrin. Junto a los duros ataques, también entraron en juego las campañas de difamación de Turquía. Informes falsos sugerían que los habitantes de Tel Rifaat habían huido y estaban atenazados por el miedo y el pánico".
La periodista rememora como la información falsa que se difundía como parte de la estrategia de guerra no quebró el ánimo de la población local que se mantuvo firme junto a las fuerzas de la resistencia. "Seguí de cerca los acontecimientos y observé que, hasta que se tomó una decisión de retirada, la población continuó su resistencia. No abandonaron sus hogares, barrios o calles. Al lado de sus combatientes, el pueblo mostró una determinación, un valor y una resistencia inquebrantables, una postura de la que fui testigo personalmente durante esta lucha", recuerda Afrin.
"La retirada fue por la seguridad de la gente"
Afrin explica asimismo como la decisión final de retirada fue tomada por el Cantón de Afrin-Shehba: "La supuesta atmósfera de pánico y miedo que se describe dista mucho de la verdad. Sin embargo, con los ataques procedentes de tres frentes distintos y la constante actividad de reconocimiento, la vida de la gente corrió grave peligro. Evaluando esta situación, el Consejo Cantonal de Afrin-Shehba tomó la decisión de retirarse de Shehba. El objetivo principal de esta retirada era garantizar la seguridad de la población. Aunque el proceso estaba lleno de desafíos, la seguridad de la población era primordial. Si los habitantes de Shehba se hubieran quedado, habrían sufrido las atrocidades inhumanas de los mercenarios".
Precisamente sobre las múltiples violaciones de derechos humanos perpetradas por el SNA, Rüken Afrin nos transmite como el SNA trató de aprovechar la organización de los convoyes para retirarse para hostigar y cometer diferentes atrocidades contra la población civil. "Las atrocidades cometidas por los mercenarios contra quienes permanecieron en Afrin -violaciones, asesinatos y torturas- son bien conocidas por todos. El 1 de diciembre se tomó la decisión de retirarse. Ese día, desde las 8 de la mañana hasta la 1 de la tarde, los combatientes montaron una fuerte resistencia. Tras la decisión de retirada, comenzaron los preparativos para la salida de los convoyes. Siguieron momentos dolorosos y difíciles, y la escena presagiaba un segundo desastre para Afrin. Los convoyes y los vehículos se alinearon uno tras otro. Shehba había sido cercada, y mercenarios se infiltraron en los convoyes de personas", denuncia Afrin.
"Obligados a regresar a Afrin por los mercenarios"
Subrayando la opresión infligida al pueblo por los mercenarios durante la retirada, Rûken Afrin afirmó lo siguiente: "Cuando el convoy intentó reunirse en Til Qirax, los mercenarios comenzaron a cometer atrocidades. Obstruyeron el paso de las personas que intentaban unirse al convoy. Durante este proceso, muchos fueron asesinados y se les negó el acceso al convoy. Más de la mitad de las personas del convoy fueron devueltas a la fuerza por los mercenarios y enviadas a Afrin. Estos retornos a Afrin fueron en su momento resultado directo de la presión y la coacción de los mercenarios. Esta situación demostró que la población de Afrin se negaba a aceptar la vida bajo el control de los mercenarios. La decisión del Consejo Cantonal de Afrin-Shehba fue bien acogida por la población, que apoyó al consejo.
Cuando los mercenarios llegaron al convoy de Til Qirax, comenzaron a hostigar a la población. Entre ellos se encontraba Abdulrahman Murshid, un patriota residente en Afrin entregado a su tierra y a su país. Rodeado por los mercenarios, Abdulrahman se resistió a sus intentos de sacarlo por la fuerza del convoy. Como resultado, utilizó su pistola para dispararse en la cabeza, sacrificando su vida para evitar caer en sus manos. Fue una escena absolutamente desgarradora. Abdulrahman Murshid, una persona de edad avanzada, prefirió quitarse la vida antes que ser capturado por los mercenarios".
La gente fue atacada al azar
La periodista Afrin continuó: "Después del convoy de Til Qirax, de alguna manera conseguimos llegar al convoy de Fafin. El tiempo era duro y hacía mucho frío. Este convoy incluía a muchos niños y ancianos, así como a una mujer embarazada cuya fecha de parto había llegado. El hospital Mártir Avrin estaba a sólo diez minutos, pero estaba bajo el control de los mercenarios. Incluso los que iban al hospital a por medicinas o suministros médicos eran un objetivo. Llevar a la mujer embarazada al hospital la habría puesto en grave peligro. El posible tratamiento al que se enfrentaría era demasiado predecible. Por ello, tuvo que dar a luz en el propio convoy, pero lamentablemente el bebé nació muerto. Además, dos ancianos del convoy perdieron la vida.
Tras dos días de espera, durante el día, los convoyes que llegaron a Tabqa y Raqqa recibieron un trato diferente. Sin embargo, los que viajaban de noche soportaron un trato inhumano. En los alrededores de la base aérea de Kuweires, las mujeres fueron especialmente objeto de humillaciones, insultos y abusos. También fui testigo de la incineración de seis cadáveres y de cómo al menos otros diez yacían en el suelo. A más de cien personas se les impidió continuar su viaje. Estos hechos ilustran claramente el sufrimiento y la resistencia de la gente».
"Violencia física y psicológica"
Hablando de la situación de la población de Shehba bajo control mercenario, Rûken Afrin dijo: "Oímos hablar de la opresión que soportan los habitantes de Afrin que permanecen en las regiones de Til Rifat y Sherawa. El primer día que llegaron a Til Rifat, los mercenarios decidieron expulsar de la zona a todos los hombres de entre 18 y 60 años. Las mujeres con las que hablamos nos revelaron que sus vidas corrían peligro y que los mercenarios las sometían a violencia psicológica y física.
La razón principal para impedir que muchos de los habitantes de Til Rifat y Sherawa se unieran a los convoyes era explotarlos en beneficio propio de los mercenarios. Estos mercenarios pretenden esclavizar a la población para sus propios intereses y eliminar a cualquiera que se niegue a acatarlos. De este modo, pretenden subyugar al pueblo".
"Liberados a cambio de rescate"
La periodista Afrin también narró la situación de aquellas familias que permanecieron en Shehba y el trato dispensado por las milicias del SN. "Debido a los bloqueos impuestos por las facciones, aproximadamente 50 familias permanecieron en Shehba. Desde el primer día, estas familias restantes fueron detenidas y arrestadas por las facciones. Los ciudadanos fueron sometidos a torturas mientras permanecían retenidos en pequeñas habitaciones similares a celdas. Las cantidades de rescate exigidas por su liberación alcanzaron cifras asombrosas, de hasta 70 millones de liras sirias. Además, hubo intentos de trasladar por la fuerza a las personas a Afrin, lo que provocó la separación de las familias. A día de hoy, muchas personas siguen sin conocer el paradero de sus familiares. Todos estos acontecimientos ponen aún más de relieve el dolor y la resistencia de nuestro pueblo", denuncia Afrin.
"La luz de Afrin volverá a brillar algún día"
Finalmente la periodista Rûken Afrin subrayó la voluntad de la gente de volver algún día a sus hogares, y dijo: "Como gente de Afrin y yo, como periodista en esta tierra, no hemos hecho ni haremos ningún llamamiento a las potencias internacionales. Junto a la violencia que tiene lugar en Afrin, sus residentes desplazados a la fuerza a Shehba por el Estado turco soportaron más sufrimiento al huir para escapar de esas masacres.
Mantenemos nuestra fe en la autosuficiencia del pueblo de Afrin y de los pueblos del norte y el este de Siria. Nunca hemos perdido la esperanza de regresar a Afrin. En estas tierras, marcadas por el dolor, seguiremos luchando con resiliencia y solidaridad para reclamar nuestro futuro y preservar nuestra esperanza".
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