El líder (kurdo) Abdullah Öcalan afirma que el Acuerdo Sykes-Picot ha arrastrado a Oriente Medio a una crisis asfixiante y a un callejón sin salida abismal, y que los mapas trazados con los gobernantes son un llamamiento a encender la mecha de la guerra. Ahora, el pueblo kurdo busca, a través de relaciones estratégicas para enmarcar el proyecto de Administración Autónoma, borrar las líneas oscuras que se trazaron hace 107 años.
Tras la división de Kurdistán en dos partes en el acuerdo (Palacio de Shirin, 1639) entre safávidas y otomanos, el malhadado acuerdo Sykes-Picot vino a completar los procedimientos finales de partición, y este tratado desgarró el cuerpo de los kurdos y el Kurdistán, injustamente repartido entre cuatro países (Turquía, Irán, Siria e Irak).
Sykes-Picot y la fragmentación de Kurdistán
La historia comienza hace 107 años durante una reunión tripartita de intereses y ambiciones (Francia, Gran Bretaña y Rusia) el 23 de noviembre de 1915, para discutir los próximos acuerdos que habrían de durar 100 años en Oriente Medio y cómo compartir la influencia entre ellos durante la Primera Guerra Mundial.
Este acuerdo dio lugar al nacimiento de un tratado conocido como Sykes-Picot, en referencia a los firmantes del Memorando de Entendimiento tras un acuerdo franco-británico-ruso, en la fecha que se extiende desde el 23 de noviembre de 1915 hasta el 3 de enero de 1916.
Por este acuerdo, Francia se hizo cargo del oeste de Siria, Líbano y Adana; Gran Bretaña se hizo cargo de la región sur y central de Irak y el puerto de Acre y Haifa en Palestina, y Rusia se hizo cargo de las zonas armenias en Turquía y el norte de Kurdistán.
La ratificación final del acuerdo tuvo lugar el 16 de mayo de 1916, y este tratado concluyó con la división de Kurdistán en cuatro partes.
¿Quién expuso los hilos que tejían este acuerdo secreto?
Este tratado habría permanecido en secreto de no ser por la llegada al poder de los comunistas en Rusia, en 1917, y la revelación de lo ocultado hasta entonces, lo que despertó la ira y el resentimiento de los pueblos de la región.
En ese momento, los otomanos se encontraban en una situación precaria y deplorable tras recibir una contundente derrota que les hizo perder el control de la mayor parte de las tierras que habían ocupado, lo que llevó a los vencedores de la Primera Guerra Mundial a controlar las fronteras de la actual Turquía.
Alambres y fronteras artificiales destrozaron las esperanzas de los kurdos
Y con el dibujo de los mapas que dividían la región de Oriente Medio, con Kurdistán en su centro, que cayeron en la trampa de estos países, se restó importancia a las razas, culturas y nacionalidades a quienes robaron sus tierras entre las injustas garras del acuerdo.
Y Kurdistán fue incluido en los países (Siria, Irak, Irán y Turquía) que se crearon, estableciendo fronteras artificiales y alambre de púas bajo el Acuerdo Sykes-Picot, que destruyó las esperanzas de autodeterminación de los kurdos, después de maquinaciones, conspiraciones y falsas promesas de los Estados.
Estos países mostraron sus colmillos y quedó claro que apoyaban a Turquía en el establecimiento de sus fronteras actuales en el Tratado de Lausana de 1923, a cambio de su abandono de Mosul a favor de los británicos, mientras que Francia obsequiaba a Turquía con la Brigada Siria Iskenderun en bandeja de oro en 1938.
Durante estos acontecimientos, el espectro de las masacres, asesinatos, matanzas, incendios, ejecuciones, desplazamientos y decadencia perseguía a los kurdos en las cuatro partes de Kurdistán.
“Un llamada a encender la mecha de la guerra”
El líder kurdo Abdullah Öcalan, en el quinto volumen del Manifiesto por una Civilización Democrática, expone la cuestión kurda y la solución de la nación democrática, en la parte que trata de esta cuestión y los equilibrios de los estados-nación en Oriente Medio; aporta claridad sobre los objetivos de este tratado y afirma: “Este acuerdo arrastró a Oriente Medio a una crisis asfixiante y a un callejón sin salida abismal, junto con los mapas trazados con el gobernante, se hace un llamamiento para encender la mecha de la guerra”.
Öcalan señala que el primer objetivo a alcanzar “es exacerbar las diferencias de los kurdos con los pueblos árabe, turco e iraní, con los que siempre ha compartido vida a lo largo de la historia, y mantenerlos en un estado de lucha permanente”.
También explica que el segundo objetivo es proporcionar a los estados-nación armenio, siríaco y judío una amplia ciudadanía en el contexto de la planificación para liquidar a los kurdos; y, de esta manera, ganar en primer lugar tres naciones amortiguadoras -Estados listos para desempeñar en ellos el papel de mediador y obtener su lealtad absoluta-; y, en segundo lugar, espolear constantemente a los kurdos contra sus vecinos musulmanes, cristianos y judíos, para mantenerlos tambaleándose por medio de las disputas.
El acuerdo se mantiene, aunque de otra manera
En la continuación del acuerdo Sykes-Picot, cambiaron las reglas del juego y los jugadores, siendo los actores más destacados Estados Unidos, Rusia, Irán y Turquía, que movilizan sus fuerzas en la región, dividida en cuatro partes para poner en práctica sus intereses y ambiciones.
Oriente Medio y la crisis de identidad
La región de Oriente Medio sigue sangrando como resultado de guerras sectarias, conflictos étnicos y crisis de identidad, y el pueblo kurdo se halla en el centro de esta tormenta. Hoy, ya no es posible para los kurdos y otros pueblos ignorar su causa y derechos, especialmente porque han establecido una fuerza organizada bajo el paraguas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Nunca volverán a ser el chivo expiatorio
Los pueblos de la región no tolerarán los agravios de la historia y la geografía a que han sido sometidos. Por lo tanto, no volverán a ser un chivo expiatorio, kurdos, árabes, siríacos, armenios, turcomanos y circasianos han fortalecido sus relaciones, beneficiándose de experiencias y lecciones anteriores, para no ser víctimas del engaño internacional y sus maquinaciones.
Acuerdo estratégico para borrar las fronteras
El acuerdo estratégico entre los pueblos les ha permitido eliminar al grupo más peligroso y que representa una amenaza para todo el mundo -ISIS-, y han acordado realizar juntos el proyecto de autogestión descentralizada para borrar las líneas trazadas por Sykes-Picot.
Turquía está trabajando para matar este sueño
Turquía, durante la etapa de Erdogan, ha maquinado mucho por restaurar la antigua era otomana, ampliar de nuevo su mapa a costa de los pueblos, y está dispuesta a aliarse con sus enemigos acérrimos para cercenar este sueño en su cuna.
Por primera vez, Estados Unidos y Rusia han alentado a Turquía a atacar las regiones del norte y el este de Siria, luego de despejar el espacio aéreo para que sus aviones lanzaran un ataque contra el monte Qaraçox en Dêrik el 25 de abril de 2017, lo que llevó a Turquía a persistir y ocupar la región de Afrin en 2018 y las regiones de Serêkaniyê y GirêSpî / Tal Abyad en 2019.
Hoy, Turquía espera concluir acuerdos con Rusia e Irán para restablecer sus relaciones con el gobierno de Damasco. El propósito de esto es revivir el Acuerdo de Adana de 1998 para atacar el proyecto de Administración Autónoma del Norte y Este de Siria. También está movilizando sus esfuerzos de inteligencia para debilitar el proyecto atacando y asesinando a los pioneros y líderes del proyecto de la Administración Autónoma.
Más de un siglo después del Acuerdo Sykes-Picot y la división de Kurdistán, la condición de estos países no parece ser buena: Irak no ha sido estable debido a las guerras sectarias y étnicas, Siria está destruida, Turquía está colapsada económicamente y en crisis interna, y el pueblo de Irán se está rebelando.
FUENTE: Ahmed Samir / ANHA / Fecha de publicación original: 16 de mayo de 2023 / Traducido y editado por Rojava Azadi Madrid