Trazos de Sara en Rojava: un Kurdistán libre y mujeres libres

Sakine Cansiz, Sara, dejó buenos recuerdos y marcas en todas las vidas que tocó. También en Rojava, donde decenas de miles de mujeres siguen su camino hoy en día.

Dejan huellas indelebles en el camino que recorrieron, en las vidas que tocan. Los revolucionarios dejaron huellas y alguien siempre los sigue...

Sakine Cansiz (Sara) fue brutalmente asesinada en París el 9 de enero de 2013 junto a sus dos camaradas Fidan Dogan y Leyla Saylemez.

Sara fue una revolucionaria que dejó sus huellas desde las montañas de Dersim hasta la prisión de Amed, desde las montañas de Kurdistán y Rojava hasta Europa.

Sakine Cansiz siguió las huellas de muchos Besê en las montañas de Dersim y dejó huellas para los luchadores de la libertad por dondequiera que pasó. También dejó huellas en el Kurdistán de Rojava. Huellas que hoy en día son seguidas por decenas de miles de mujeres.

“Toda mi vida fue una lucha” dijo Sara, añadiendo que “los primeros encuentros, los primeros sentimientos son todos muy importantes”. Dejó profundas marcas en cada vida que tocó.

Behzat Mihemed Îsmaîl y Diya Ciwan (Sumeya Belto) son algunas de las personas alcanzadas por la lucha y la postura de Sara. Se encuentran en el pueblo de Til Cemal en Dêrik.

Tras su trabajo en Rojava, Sara fue la invitada de Behzat Mihemed Îsmaîl y Diya Ciwan durante 9 días y 9 noches en Dêrik. Se encontraba de camino a las montañas. Era el año 1992.

Diya Ciwan, que compartió algunas fotografías tomadas durante estos 9 días y 9 noches de su visita con ANF, ha dicho: “Vi el amor de un Kurdistán libre y de las mujeres libres en sus ojos”.

Primer encuentro con Sara

El tío Behzat, el primero en describir esa visita, ha contado que los guerrilleros llegaron a su casa en numerosas ocasiones de camino a las montañas.

Dijo que en 1992, después de su educación en la Academia Mahsun Korkmaz, un gran grupo de guerrilleros que se dirigían a la montaña llegó a su casa. “Llegó un grupo de 70-80 personas, y entre ellas se encontraba heval Sara”.

Conocimos a heval Sara y su resistencia en la prisión de Amed

El tío Behzat ha continuado: “Ya conocíamos a heval Sara por su resistencia en la prisión de Amed”.

Dijo que no podían comunicarse bien debido a que Sara conocía principalmente a zazaki y kurmancil, pero que estaba claro que tenía serios problemas de salud. “Entendimos que estaba muy apegada a la causa e ideología kurda”, agregó.

Y siguió: “Se quedó con nosotros durante 9 días y 9 noches. Nos pusimos muy contentos cuando llegó el grupo, y también muy tristes cuando se fueron. Pero entendimos que su causa lo requería. Cuando fue asesinada en París, sentimos un dolor indecible. Pero nunca perdimos la fe en que sus camaradas y amigos continuarían con su causa y la llevarían hasta la victoria”.

Diya Ciwan agregó: “Fui muy feliz como mujer cuando conocí a heval Sara una mañana temprano en nuestra casa”.

Ciwan ha explicado que se entendieron a pesar del distinto dialecto, y añadió: “Tenía una hija pequeña, se llama Fidan. Heval Sara la tomaba constantemente en sus brazos y caminaba con ella por la habitación. Esa imagen de ella sigue estando delante de mis ojos y nunca la olvidaré”.

La vida más bella es la vida de un Kurdistán libre

Diya Ciwan también recordó una conversación que tuvo con Sakine Cansiz: “Un día le dije: ‘eres tan hermosa... ¿por qué dejaste todo atrás y elegiste esta vida tan difícil? Y ella dijo: ‘La vida más bella es la vida de un Kurdistán libre. No consideraremos que ninguna vida pueda ser hermosa a menos que seamos libres. La belleza sólo es posible viviendo libremente en nuestro país, en nuestra tierra, en nuestras montañas’”.

Vi el espíritu de la resistencia en sus ojos

Diya Ciwan agregó: “Como mujer, me impresionaron mucho estas palabras. Vi el espíritu de la resistencia, del Kurdistán libre y del amor de las mujeres libres en sus ojos”.

Y continuó: “Quiero prometer una vez más que nosotras, como mujeres, seguiremos los pasos de Sara. Si el enemigo cree que acabó con Sara cuando fue asesinada está equivocado. Hay decenas de miles de mujeres que actualmente siguen los pasos de Sara”.