Un informe documenta 845 víctimas civiles de operaciones militares turcas e iraníes en el Kurdistán

Un informe destaca 845 víctimas civiles en el Kurdistán Sur debidas a acciones militares turcas e iraníes desde 1991, de las cuales más del 80% se atribuyen a las fuerzas turcas.

ATAQUES DE OCUPACIÓN

Un informe publicado en agosto de 2024 por Community Peacemaker Teams ha documentado 845 víctimas civiles en el Kurdistán Sur desde 1991 debido a operaciones militares turcas e iraníes, de las cuales más del 80% se atribuyen a las fuerzas turcas.


El informe afirma que las Fuerzas Armadas Turcas (TAF) son responsables de 702 víctimas civiles, de las cuales 344 son muertos y 358 heridos. La mayoría de estas víctimas se produjeron entre 2018 y 2024, coincidiendo con la intensificación de las actividades militares de Turquía, en particular las operaciones «Garra» destinadas a crear una zona tapón a lo largo de la frontera entre Irak y Turquía. Estas operaciones han incluido bombardeos aéreos, ataques con drones, bombardeos de artillería y asaltos terrestres, lo que ha provocado grandes daños a la infraestructura civil, desplazamientos masivos y la destrucción de sitios del patrimonio cultural.

Las operaciones militares iraníes, dirigidas principalmente por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), son responsables de 143 víctimas civiles, con 81 muertos y 62 heridos. El mayor número de víctimas se debió a bombardeos de artillería y disparos desde bases militares iraníes, que afectaron especialmente a los distritos de Sulaymaniyah (Silêmanî) y Pishdar. El informe acusa a las fuerzas iraníes de atacar zonas civiles densamente pobladas, causando importantes daños a infraestructuras y tierras agrícolas.

El informe alega que tanto las fuerzas turcas como las iraníes han atacado intencionadamente a civiles. Según los informes, las operaciones turcas se han centrado en zonas agrícolas y residenciales y en lugares de interés cultural, lo que ha dado lugar a ejecuciones, bombardeos y explosiones de minas terrestres en zonas pobladas por civiles. Las acciones militares iraníes se han centrado igualmente en zonas civiles, y la ampliación de las bases militares supone una amenaza constante para la población local.

Según los informes, los niños se han visto muy afectados, ya que representan el 28% de las víctimas en las operaciones turcas y el 31% en las iraníes. Muchos niños resultaron heridos o murieron mientras realizaban actividades cotidianas como la agricultura, el pastoreo o las visitas a familiares.

El informe sugiere el posible uso de armas químicas por parte de las fuerzas turcas en algunos incidentes, pero pide una investigación internacional para confirmar estas afirmaciones.

A pesar de las leyes que obligan a indemnizar a los civiles afectados por operaciones militares, el informe destaca que la mayoría de las personas afectadas no han recibido compensación. «Aproximadamente el 46% de los muertos no fueron designados mártires, y el 93% de los heridos siguen sin recibir indemnización», afirma el informe. Los problemas de documentación debidos al acceso restringido a las zonas de conflicto, los problemas de seguridad y la destrucción de documentos esenciales han complicado aún más los esfuerzos por conseguir indemnizaciones.

El informe reclama la atención internacional urgente para abordar las presuntas violaciones de derechos humanos, garantizar la rendición de cuentas por los ataques contra civiles y proporcionar apoyo adecuado a los afectados por el actual conflicto en el Kurdistán iraquí.