El ejército turco y los mercenarios aliados continúan sus intensos ataques contra el noreste de Siria. En una última ola de agresión con armamento pesado, las fuerzas de ocupación atacaron el campamento de Ayn Issa, la aldea de Muelek y la autopista M4.
Esta región ha estado bajo el ataque diario de las fuerzas invasoras turcas durante semanas. La ciudad se encuentra al sur de la zona de ocupación turca y es estratégicamente importante como enlace entre las regiones autónomas del Éufrates y Cizire.
Al parecer, los ataques tienen como objetivo desgastar a la población y obligarla a huir antes de la invasión. Mucha gente ya ha abandonado la ciudad para ponerse a salvo a sí mismos y a sus hijos.
Sin embargo, no hay seguridad en otras zonas de la comunidad autónoma. Los campamentos de recepción de personas desplazadas están superpoblados y la situación del suministro es precaria. La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria casi no recibe apoyo externo.