Declaraciones de una víctima de torturas en Afrin

ME es un civil que fue secuestrado por soldados turcos y sus bandas mercenarias aliadas en Afrin y fue sometido a una dura tortura durante 3 meses.

El estado turco invasor y sus bandas mercenarias aliadas han estado saqueando Afrin desde que ocuparon la ciudad y continúan sus terribles ataques contra la población civil. El testimonio de un residente de Afrin que logró salir de la ciudad, a pesar de la amenaza contra su vida, muestra la dura tortura que los invasores aplican a las personas de la región.

ME, quien es de Afrin y desea permanecer en el anonimato ya que todavía tiene familia en la ciudad, regresó a la ciudad después de la ocupación con la esperanza de poder recuperar su hogar y sus propiedades. Pero allí fue recibido con violencia.

Fue torturado por tres meses

Al quinto día de su regreso a la ciudad, la casa de ME fue allanada por soldados invasores turcos y lo llevaron a una sala de tortura esposado. Su familia no supo de él durante 3 meses, periodo durante el cual fue sometido a toda clase de torturas.

“Queriamo morir debido a la tortura”

ME todavía tiene signos de la tortura en su cuerpo: "Ponían cuerdas gruesas alrededor de nuestros cuellos y las apretaban. Colocaban un embudo en nuestras bocas y hechaban agua, hasta el punto en que casi nos ahogamos. Queríamos morir antes que seguir siendo víctimas de esa tortura”.

"Pidieron un millón de liras sirias de rescate"

ME dijo que las bandas mercenarias que lo interrogaron bajo tortura le quitaron 300,000 liras sirias: “Dijeron que pasaría de 5 a 10 años en una prisión en Turquía. Me preguntaron si podía salir de la ciudad, de lo contrario me llevarían a Turquía. Pidieron un millón de liras sirias para que me dejaran salir de Afrin".

Los mercenarios le devolvieron su teléfono para que pudiera pedirle dinero a su familia: “Llamé a mi hermano, le dije que vendiera todo lo que tenía y que trajera un millón de liras para poder salir de esta tortura. Mi hermano vendió mi casa y luego recogió el resto de nuestros parientes".

"Los mercenarios controlan todo"

ME dijo que otros residentes fueron sometidos a torturas similares: “Las personas que poseen tierras de cultivo en Afrin no tienen derecho a cultivar, ni a ganar dinero de ninguna manera. Los mercenarios controlan todo. Las bandas secuestran continuamente a civiles y los torturan, dijo ME, y los cuerpos de los que mueren bajo tortura son arrojados a lotes vacíos".

ME expresó también que todos los civiles quieren liberarse del tormento físico y psicológico al que están sujetos, pero no tienen dinero para pagar por su liberación.