Diplomático de los Estados Unidos: La derrota territorial de ISIS es un hito crucial.
El comandante de las SDF, Mazlum Abdi, pidió que se siguiera prestando asistencia a su organización hasta la plena erradicación del grupo extremista.
El comandante de las SDF, Mazlum Abdi, pidió que se siguiera prestando asistencia a su organización hasta la plena erradicación del grupo extremista.
El sábado, las Fuerzas Democráticas Sirias levantaron su brillante bandera amarilla desde una casa en la que los militantes del ISIS izaron una vez su notoria bandera negra.
El fin del "Califato" también marca una nueva fase en la guerra de Siria, como dijo el comandante de las SDF Mazlum Abdi en una ceremonia en la base del yacimiento petrolífero al-Omar.
En la ceremonia, el diplomático estadounidense William Roebuck dijo que la derrota territorial del grupo Estado Islámico es un "hito clave" que asesta un golpe aplastante y estratégico al grupo extremista. También subrayó que ISIS sigue siendo una amenaza significativa y añadió: "Todavía tenemos mucho trabajo por hacer para lograr una derrota duradera de ISIS".
El comandante de las SDF, Mazlum Abdi, pidió que se siguiera prestando asistencia a su organización hasta la plena erradicación del grupo extremista.
La última fortaleza de ISIS era un campamento de tiendas de campaña en Baghouz, donde miles de civiles estaban escondidos. Durante las semanas que duró la campaña de las SDF para liberar a Baghouz, unos 30.000 hombres, mujeres y niños fueron evacuados del recinto, la mayoría de ellos familiares de ISIS, una mezcla de sirios, iraquíes y extranjeros. Estaban exhaustos, hambrientos, heridos y traumatizados. La mayoría fueron llevados al campamento de al-Hol en la provincia de Hassakeh, bajo la supervisión de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria.
El sábado, los periodistas fueron llevados al campo.
Ciya Kobani, comandante de las SDF, anunció el fin de la operación desde el techo del edificio con la bandera de las SDF: "Hemos vencido a Daesh", declaró.
En su apogeo, el Estado islámico ocupó alrededor de un tercio de Siria y de Iraq, y mantuvo a millones de personas como rehenes de su dura y violenta interpretación de la ley islámica.
Asediado en Baghouz, ISIS luchó feroz y desesperadamente para aferrarse a la última fortaleza utilizando a miles de civiles, incluyendo mujeres y niños, como escudos humanos.