Durante los dos pasados meses se han seguido incrementando los ataques de las fuerzas invasoras turcas contra Ayn Issa. Rusia y Damasco no solo actúan como observadores, sino que también tratan de presionar a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF). Pese a todo ello, la resistencia continúa.

El 23 de noviembre de 2020 comenzaron los ataques terrestres del ejército turco y sus mercenarios del denominado Ejército Nacional Sirio (ENS) contra el gobierno autónomo del norte de Siria de Ayn Issa, sumándose así a los ataques de artillería.

Turquía rompe el acuerdo con Rusia y ataca

Desde el principio, el alto el fuego negociado para la región entre Turquía y Rusia no valió ni el papel en el que fue escrito. Esto se debe a que Turquía no estaba dispuesta a detener sus ataques y su expansión, y Rusia no estaba dispuesta a cumplir con su responsabilidad como garante del acuerdo. Así, en contra del acuerdo del alto el fuego garantizado por Rusia, el Estado turco estableció bases militares a lo largo de la autopista M4, de importancia estratégica. Según el acuerdo del alto el fuego firmado por Rusia y Turquía, las tropas turcas no podían establecer posiciones en la zona situada a tres kilómetros al norte de la autopista. Sin embargo, las bases turcas están situadas precisamente en esta zona.

Turquía ha establecido una base cerca del pueblo de Muelek, al oeste de Ayn Issa, a unos 800 metros de la carretera. Construyó otra base a 500 metros del pueblo de Seyda, que está a dos kilómetros al oeste del centro de Ayn Issa. Levantó un tercer puesto de observación cerca de las aldeas de Mişerfa (Mushairefah) y Cehbel (Jabal), al norte de Ayn Issa, en la autopista. Está construyendo otro puesto cerca de la aldea de Xalîdiyê al oeste de Ayn Issa, a siete kilómetros de la ciudad. También está preparando el establecimiento de otros dos llamados “puestos de observación” cerca de las aldeas de Mişerfa y Cehbel. Estos “puestos de observación” son bases turcas desde las que las fuerzas invasoras bombardean Ayn Issa con proyectiles de artillería.

Ataques y resistencia

Desde el 23 de noviembre, se han producido feroces ataques terrestres contra el distrito de Ayn Issa y los asentamientos circundantes. Según las SDF, la región ha sido objeto de ataques de artillería en 162 ocasiones desde entonces. Cientos de edificios civiles han sido dañados en el mencionado proceso. La gasolinera de la carretera M4, al oeste de Ayn Issa, quedó completamente destruida en un ataque. También fue destruido un camión cisterna utilizado para abastecer a la población de agua.

Cinco civiles y ocho combatientes caídos

Cinco civiles han sido asesinados y otros dieciséis han resultado heridos en los ataques. Ocho combatientes de las SDF han sido asesinados y otros nueve han resultado heridos como consecuencia de estos ataques.

Sesenta y cinco atacantes han sido abatidos y al menos otros quince han resultado heridos desde el comienzo de estos ataques. Cinco vehículos blindados tucos fueron destruidos mientras se intentaban infiltrar en las poblaciones de Muelek, Mişerfa y Cehbel.

A causa de los ataques de las fuerzas invasoras, cinco soldados sirios han resultado heridos. Sin embargo, no ha habido ninguna reacción por parte del régimen Sirio o su potencia protectora, Rusia.

Antecedentes de los ataques

Ayn Issa es una posición de importancia estratégica debido a su localización en la autopista M4 y las carreteras que conectan Raqqa y Manbij. La captura de Ayn Issa complicaría enormemente la comunicación de la región de Cizire con Kobanê. La autopista M4 está en el punto de mira de Turquía. Conecta Alepo, Hesekê, Qamişlo y Til Koçer, y se extiende hasta la frontera iraquí.

Rodeando los pueblos para el asedio de la ciudad

El pueblo de Muelek está situado al oeste de Ayn Issa, a 1’2 kilómetros de la autopista M4. El pueblo de Seyda está situado en una colina cerca de Ayn Issa. Debido a su ubicación, la población es un importante punto estratégico para controlar militarmente Ayn Issa. Las poblaciones de Mişerfa y Cehbel están situadas en la carretera M4 hacia Til Temir, al este de Ayn Issa. Cuando se rodeen estos pueblos, se cerrarán las principales rutas hacia Ayn Issa. Por este motivo los ataques del ejército turco y de las fuerzas de ocupación se dirigen contra ellos. Hasta ahora, las fuerzas invasoras no han logrado cortar Ayn Issa del mundo exterior gracias a la feroz resistencia de las SDF.

Las SDF y la población se mantienen firmes

La falta de respuesta de Rusia muestra que los ataques se están llevando a cabo en connivencia con el Estado turco. Emine Omar, co-presidenta del Consejo Democrático Sirio (MSD), declaró que “Rusia está presionando a las SDF para que entreguen la ciudad al régimen de Damasco”. De este modo, Rusia va a utilizar a Turquía como palanca para eliminar a la administración autónoma. Se han producido protestas masivas en el norte de Siria por la política engañosa de Rusia. Se han celebrado largas vigilias frente a la base rusa de Ayn Issa, y también se han producido grandes manifestaciones en ciudades como Manbij, Kobanê, Raqqa y Tabqa. La ira ha aumentado y la gente ha comenzado a lanzar piedras contra la base rusa en señal de protesta. A pesar de los ataques masivos, muchos habitantes de Ayn Issa están decididos a no abandonar su ciudad y a continuar resistiendo.

Hasta ahora, la resistencia de las SDF ha repelido todos los ataques del Estado turco y de sus fuerzas mercenarias. Rusia intentó ejercer presión en repetidas ocasiones sobre las SDF para que no devolvieran los ataques. El hecho de que los ataques hayan sido repelidos con éxito representa un claro revés para los planes de Rusia y Turquía. El desconocimiento por parte de Rusia de los ataques turcos desde los “puntos de observación” en el oeste y el este de la ciudad demuestra que Rusia, Damasco y Ankara intentan, no obstante, atenerse a este planteamiento.