Varios hombres y mujeres yazidi fueron secuestrados por el ejército turco invasor y sus bandas mercenarias aliadas, mientras trabajaban en los olivares de la aldea de Qîbar en el centro de Afrin. Una de las mujeres secuestradas es Hemîde Shêx Henan.

Fuentes locales dicen que soldados turcos y sus bandas aliadas prendieron fuego a los árboles alrededor de la colina en la aldea Meydanke del distrito de Shera. Los mercenarios también están impidiendo que la gente combata el fuego.

Las fuerzas de invasión habían incendiado recientemente los árboles y cultivado tierras alrededor de la montaña Hawar.

La invasión de Afrin comenzó el 20 de enero, y el centro de la ciudad fue invadido el 18 de marzo. Ha habido crímenes de guerra sistémicos y violaciones de derechos humanos en todas las áreas ocupadas. Ha habido noticias de ejecuciones, torturas, robos, saqueos, acoso y violaciones casi todos los días durante los ataques de invasión en Afrin.

Amnistía Internacional emitió una declaración a principios de agosto y mencionó las graves violaciones de los derechos humanos en Afrin y dijo que Turquía, a la que denominaron las "fuerzas de invasión", es responsable de estos actos. Human Rights Watch había emitido una declaración a mediados de junio y había anunciado que grupos respaldados por Turquía estaban confiscando propiedades privadas de civiles kurdos y saqueando Afrin.