Miles de personas de Afrin y de las aldeas vecinas han sido desplazadas por la fuerza y ​​asentadas en Shehba, mientras que sus casas han sido convertidas en puestos militares y prisiones por el ejército turco que las ocupa. 

Xelîl Mistefa, quien tuvo que emigrar de la aldea de Xawenda en Raco, le dijo a ANHA que “Los ocupantes saquearon todos los bienes en nuestra casa. Del mismo modo, las casas de todas las personas que fueron obligadas a abandonar Afrin fueron saqueadas y sus bienes vendidos. Nuestras casas se convirtieron en centros militares y prisiones".

Mistefa agregó que viven en condiciones difíciles en Shehba: "Continuaremos resistiéndonos con nuestra fuerte voluntad, hasta que regresemos a Afrin". 

Leyla Ehmed, de la aldea de Hiyama en Bilbilê, dijo: “Después de que los soldados turcos y sus mercenarios saquearon todos mis bienes en mi casa, la incendiaron. Más tarde restauraron mi casa para la familia de un mercenario. Esa familia vive en mi casa ahora mismo, mientras que mi familia y yo tenemos que enfrentar una situación muy difícil en este lugar, fuera de nuestra ciudad".

Zeyneb Şêxo dijo que después de trabajar en los campos durante mucho tiempo, finalmente podrían comprar una casa. El estado turco ocupó Afrin y le dio mi casa a una familia traída de Ghouta Oriental. Esa familia tomó todas nuestras pertenencias y ahora vive en nuestra casa".