La casa del pueblo de Elpelûr, cerca de Kobanê, donde Abdullah Öcalan se alojó durante un tiempo tras pasar del Kurdistán del Norte a Rojava, fue blanco del ejército turco invasor hace unos días. El pueblo kurdo reaccionó con indignación al ataque.
El co-presidente de la Asamblea de Familias de los Mártires de Jazira, Hesen Ebid, dijo a la agencia de noticias ANHA que el ataque tenía como objetivo golpear los valores del pueblo kurdo. Afirmando que la casa donde el líder Öcalan se alojó durante un tiempo es un lugar sagrado para el pueblo kurdo, Ebid añadió: "El Estado turco está haciendo todo lo posible para destruir los logros del pueblo de la región. Los ataques a los valores sagrados del pueblo kurdo forman parte de estos planes. El Estado turco lleva a cabo estos ataques por miedo a nuestros logros y valores".
Ebid subrayó que ningún ataque impedirá al pueblo kurdo luchar. Afirmando que ningún poder puede lograr alejar al pueblo del norte y del este de Siria de la filosofía de Öcalan, Ebid continuó: "El atentado contra la casa de Abdullah Öcalan es la continuación de la conspiración internacional [que condujo a su detención el 15 de febrero de 1999]. Los proyectos democráticos que sirven a todos los pueblos intentan ser destruidos por esta conspiración. Sin embargo, tened la seguridad de que el pueblo del norte y del este de Siria anulará todo tipo de conspiraciones".