Dejando a millones de personas sin agua, el Estado turco y sus mercenarios intentan mostrar a la Administración Autónoma como responsable de ello e intentan causar confusión en la región convirtiendo el agua en una herramienta especial de guerra.

Hablando con ANHA sobre el tema, el copresidente de la Unión de Intelectuales de Manbij, Ehmed al-Yusif, dijo: "Los ataques especiales de guerra llevados a cabo por el estado turco en Hesekê son en realidad nada menos que un crimen contra la humanidad. Incluso la guerra entre Estados tiene una ley. Sin embargo, el Estado turco está cometiendo crímenes contra la humanidad al no reconocer ninguna ley o tratado. El acceso al agua potable es el derecho más fundamental de todo ser humano. El Estado turco le está quitando este derecho a millones de personas".

Yusif pidió a la comunidad internacional que asumiera la responsabilidad y se opusiera al fracaso del Estado turco en el reconocimiento de los tratados y las leyes, y exigió que se detuviera al Estado turco.