Desde el 8 de enero, civiles del noreste de Siria han estado realizando una vigilia en la presa de Tishrin para proteger su territorio junto a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ) que se enfrentan a los ataques del ejército turco y mercenarios aliados llamados Ejército Nacional Sirio (SNA).

Mientras los residentes de los cantones de Cizire, Raqqa, Tabqa y Éufrates se turnan en la vigilia, el Estado turco y sus representantes continúan con sus implacables ataques contra los manifestantes y la presa.

A pesar de los continuos ataques, la resistencia del pueblo continúa con gran determinación y entusiasmo en su día 17.

Cientos de ciudadanos de Deir ez-Zor, Tabqa y Raqqa tomaron el relevo de la vigilia el jueves. Entre ellos se encontraba una delegación de la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria.

Después de llegar a la presa, la gente fue sometida a otro ataque por parte del Estado turco ocupante, matando a un civil y hiriendo a decenas de otros.

Las fuerzas de ocupación turcas y yihadistas lanzaron sus primeros ataques contra la presa el 8 de diciembre de 2024, el día del derrocamiento del gobernante sirio de larga data, Bashar al-Assad. Los ataques con vehículos aéreos no tripulados, incluidos los “Bayraktar” y “Akıncı”, y con drones de combate provocaron la muerte de más de 20 civiles y heridas a más de 120.