Las políticas de asimilación y genocidio cultural continúan en Afrin
El Estado invasor de Turquía continúa con sus políticas de asimilación y genocidio social sin límites morales de ningún tipo, al precio de la destrucción de toda una comunidad.
El Estado invasor de Turquía continúa con sus políticas de asimilación y genocidio social sin límites morales de ningún tipo, al precio de la destrucción de toda una comunidad.
El Estado turco invasor y sus grupos aliados en Afrin continúan cometiendo crímenes contra los residentes de la ciudad tales como saqueos, secuestros, violaciones y asesinatos. Los ataques de limpieza étnica tampoco cesan. El Estado de Turquía profundiza en sus políticas de asimilación social y cultural cada día imponiendo la lengua y la identidad turca.
Banderas de Turquía como invasión simbólica
Las banderas turcas que cuelgan por todo Afrin son símbolos de la invasión de la ciudad. El Estado invasor ha empezado además a colocar letreros en turco y árabe en todas las instituciones de la ciudad, con el objetivo de eliminar el kurdo.
Como parte de estas prácticas, que recuerdan al Plan de Reforma del Este, todos los nombres de las calles han sido cambiados al turco. La estatua revolucionaria de Kawa, símbolo de la ciudad, fue derribada y los soldados invasores turcos y sus grupos aliados cambiaron el nombre del cruce donde de encontraba a “Rama de Olivo”. El cruce Wetanî ha sido renombrado como cruce “Recep Tayyip Erdogan”.
Prohibición de la lengua kurda
E Estado invasor ha enviado materiales de educación en turco a las escuelas, que las instituciones utilizan fundamentalmente como herramientas de asimilación. Los invasores están forzando a los niños árabes y kurdos a aprender turco, y se les han prohibido las lenguas kurda y árabe.
Erdogan en lugar de Ataturk
Las escuelas en Turquía fueron utilizadas como centros de asimilación para los niños kurdos, quienes también eran forzados a saludar a la bandera turca y a los cuadros de Ataturk. Ahora, los niños de Afrin se encuentran rodeados de posters de Erdogan en lugar de Ataturk.
El Estado invasor considera Afrin como un distrito de Hatay, y distribuye el material educacional con el sello del Ministro de Educación turco.
Emplazamientos históricos como objetivos
El Estado de Turquía busca destruir la historia de Afrin y su cultura, y ha bombardeado numerosos emplazamientos históricos, recogidos en la lista de la UNESCO, con sus aviones de guerra. Beradê, Ayn Dara, Nebî Hurî (Qorsh), Jindirese umulus, la tumba Mar Maron y la Iglesia Julianos han sido algunos de estos objetivos.
Las políticas para cambiar la demografía
El Estado turco invasor ha traído a familias de los grupos de mercenarios del este de Ghouta y otros lugares bajo ocupación y los ha asentado en Jindirese y Rajo. El Estado de Turquía ha forzado a los habitantes de estos distritos a marcharse.
Fuentes confiables en la ciudad dicen que la población de familiares de mercenarios es la misma en número que los residentes de la ciudad.
Carnets de identidad de extranjeros
Los ataques de asimilación y limpieza étnica del Estado de Turquía no se limitan a poner carteles de Erdogan y obligar a aprender la lengua turca en la escuela y la vida diaria. Otra prueba de la forzada "turquización" son las tarjetas de identidad turcas dadas a la gente de Afrin en las que se les describe como “extranjeros”.