El Estado turco ocupante atacó instalaciones de energía, agua, petróleo y gas en la región en su última ola de ataques contra el noreste de Siria que comenzó el 12 de enero. Los ataques turcos a la infraestructura civil, así como a las casas de la población local, provocaron una gran victimización en las condiciones invernales.
Según información proporcionada por el Consejo de Energía de la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria, la estación Siwêdiya en Derik, que satisface las necesidades de electricidad y gas del cantón de Cizîrê, quedó completamente fuera de servicio. Asimismo, siete centrales eléctricas en los cantones de Cizîr y Éufrates también quedaron fuera de servicio.
Ziyad Rustem, co-presidente de la Oficina de Energía de la Administración Autónoma, informó a ANHA que las centrales eléctricas de Tirbespiyê, Qamişlo, Amûdê, Dirbêsiyê, Ayn Issa, Kobanê y Til Temir quedaron fuera de servicio como resultado de los últimos ataques.
Según Rustem, el suministro eléctrico se ha interrumpido en todo Dêrik, el 70 por ciento de los distritos de Qamişlo, Çilaxa, Til Koçer, Tirbespiyê, Til Hemis, Amûde, Dirbêsiyê y Til Temir en el cantón de Cizîr, el distrito de Ain Issa en el cantón del Éufrates y cientos de pueblos.
Ziyad Rustem afirmó que aproximadamente dos millones de personas en las ciudades y distritos mencionados y más de 800 aldeas se quedaron sin electricidad.
El Estado turco ocupante también bombardeó estaciones de energía, agua, petróleo y gas de la región en octubre y diciembre de 2023, privando a millones de personas de servicios vitales.
Según fuentes locales, 56 zonas fueron atacadas por aviones de combate turcos y UCAV en las últimas 48 horas. En estos ataques resultaron heridos seis ciudadanos, entre ellos dos niños de 3 y 4 años y un periodista, y murieron cinco soldados sirios.