Los enfrentamientos se intensificaron en la región de Idlib ocupada por Hayat Tahrir Al Sham (HTS), que fue fundada por Al-Nusra, y en algunas áreas de las regiones vecinas de Hama, Alepo y Latakia desde principios de abril.

El jueves la fuerza aérea siria bombardeó 3 áreas residenciales al sur de Idlib. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), 5 civiles murieron en los ataques.

En un bombardeo el miércoles, el SOHR anunció 23 bajas civiles.

Los enfrentamientos entre las fuerzas pro-gubernamentales y Al Nusra también continuaron por tercer día en la vecina Hama. Al Nusra y sus grupos aliados han estado contraatacando un área residencial en Kafr Nabu. El SOHR anunció 15 muertos, incluidos 11 mercenarios.

En la región de Kafr Nabu, más de 100 "combatientes" han muerto en los últimos enfrentamientos.

Las fuerzas del régimen sirio tomaron el control de Kafr Nabu el 8 de mayo, pero el miércoles las bandas recuperaron la mayor parte de la ciudad.

Idlib y sus alrededores habían sido declarados "zona de no enfrentamiento", según un acuerdo entre Moscú y Ankara en septiembre de 2018. Ankara había actuado como protectora de las bandas mercenarias durante sus negociaciones con Rusia.

El acuerdo se implementó hasta cierto punto, pero Al Nusra se negó a abandonar la zona de amortiguación que se formó. En los enfrentamientos desde fines de abril, las fuerzas del régimen tomaron varias ciudades al sur de Idlib y al norte de Hama.

Las Naciones Unidas emitieron una declaración y advirtieron sobre un "desastre humanitario". A fines de abril, más de 270.000 personas abandonaron sus hogares debido a los enfrentamientos.