Los grupos invasores que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, define como "Kuvayi Milliye" ("Fuerzas Nacionales") causaron la muerte de una anciana en Afrin tras irrumpir en su casa para robar.
Las informaciones dicen que las bandas invasoras entraron en una casa en el pueblo de Birj Abdullah, a las 02:00 de la noche del viernes y ataron a Nazmi Muhammed Sido y a su esposa Fatma Osman Hesen.
Los ladreones también ataron a la madre de Sido, Eysh Hanan Rahme, que estaba durmiendo en otra habitación, y robaron todo el dinero y las joyas de oro que tenían.
Los miembros de la banda cerraron la puerta desde fuera mientras huían. Los vecinos corrieron a la casa por la mañana a los gritos de la familia y encontraron a Eysh Hanan Rahme muerta, y a Sido y Hesen todavía atados.
El hijo y la nuera de la anciana señalaron a las bandas como los perpetradores del ataque.
La familia dijo que los mercenarios no solo robaron su dinero y oro, sino que también los golpearon y provocaron la muerte de su madre.
Las violaciones de derechos y los crímenes de guerra se cometen sistemáticamente en las tierras kurdas ocupadas por el estado turco. Los civiles son secuestrados casi todos los días en la región de Afrin, las personas torturadas y sus propiedades terminan confiscadas.
Miles de personas de Afrin han sufrido un destino similar desde los ataques de invasión iniciados el 20 de enero. Masacres, ejecuciones, torturas, robos, saqueos, violaciones... son solo algunos de los crímenes de guerra que el estado turco ha cometido en la región.
Amnistía Internacional emitió un comunicado a principios de agosto y mencionó las graves violaciones de los derechos humanos en Afrin, calificando a Turquía de "fuerza invasora" y declarando que son responsables. Human Rights Watch emitió un informe a mediados de junio y afirmó que los grupos respaldados por Turquía en Afrin estaban confiscando propiedades de civiles kurdos y saqueando la ciudad.