La realidad siempre es dolorosa, pero más para los niños de Afrin que, viéndose forzados a desplazarse a causa a la ocupación y el genocidio, han buscado refugio en los campamentos de refugiados en Shehba durante los meses invernales.
La vida es complicada en los campamentos de Shehba, donde miles de personas de Afrin y las regiones colindantes han encontrado refugio. Cuando estábamos adentrándonos en estos campamentos, nos sentíamos incapaces de describir las dificultosas condiciones que nos encontramos allí.
El futuro de estos niños es completamente incierto
A primera vista, hay cientos de tiendas de campañas, como si no fueran parte de este mundo en el que vivimos. En casi todas estas tiendas, hay niños de Afrin que han sobrevivido al genocidio y que ahora viven desplazados.
Sus esperanzas, juegos y escuelas quedaron enterrados tras los ataques del Estado de Turquía y sus mercenarios el 20 de enero de 2018.
La educación de los niños en el campamento de Berxwedan
El director de la escuela del campamento de Berxwedan, Dijwar Ibrahim, nos habló sobre la educación en el campamento: “La educación de los niños no se ha detenido en el campamento. Hay casi quinientos estudiantes de primaria, así como cientos de estudiantes de secundaria y preparatoria. Junto al idioma kurdo, también se enseña árabe e inglés”.
Ellos esperan poder regresar a Afrin
Ibrahim mencionó que a pesar de la grave situación en los campamentos se consiguen ciertos logros. Destacó las esperanzas de los estudiantes con estas palabras: “Esperan poder regresar a su tierra natal en Afrin. Quieren ser escuchados y poder estudiar en su ciudad”.
Hay más de 1.750 desplazados internos en el campamento de Berxwedan, y casi 800 de ellos son niños de edades comprendidas entre 1 y 15 años. La vida en las tiendas no es fácil, hace mucho frío y hay mucha humedad en invierno, y en verano son extremadamente calurosas. Estas condiciones han provocado graves enfermedades en los campamentos.
La situación crítica señalada afecta principalmente a los niños, lo que les causa graves problemas mentales. A pesar de todo eso, parecen mantener la moral alta; están enojados con los ocupantes de Afrin y decididos a vivir en sus tierras.
Y confiamos en que estas sonrisas inocentes rompan las cadenas de la ocupación y el conflicto impuestas a Afrin.