Familias enteras participan en la revolución de Rojava. Sara Mihemed se unió a las fuerzas de defensa junto con su hijo y ahora es tanto su madre como su comandante. Mientras practican Asayish (seguridad pública) en Ain Issa, aseguran la seguridad de la ciudad hombro con hombro.

"Protegemos la ciudad y nuestro país de las fuerzas de ocupación. Madres, padres, hijos e hijas participan juntos en nuestra revolución. No queremos que las bandas yihadistas invadan nuestra tierra. Es por eso que mi hijo y yo asumimos la tarea de protegiendo a nuestro país. Para eso, todos deben permanecer unidos y participar en las filas de la resistencia", dice Sara.

Está contenta de que su hijo también esté presente: "Mi hijo se unió a las fuerzas por su propia voluntad y libre albedrío. Normalmente esto es difícil para una madre, pero estoy feliz y orgullosa de mi hijo. Montamos resistencia hombro con hombro y queremos prestar un servicio a la gente. En la revolución de Rojava, las mujeres y los hombres, jóvenes y viejos, cuentan por igual. No tenemos más remedio que defendernos de los ataques turcos. Quieren expulsarnos de nuestra tierra. Debemos defendernos."

El hijo de Sara, Mihyedin Ehmed Saleh, está de acuerdo con ella: "Ambos estamos con los Asayish en Ain Issa y estamos trabajando para proteger a la gente de los ataques del estado turco. Nuestro trabajo es controlar el acceso a la ciudad".