El portavoz de las YPG, Nuri Mehmud, desmintió las afirmaciones del Estado turco invasor sobre una fosa común en Afrin declarando que el lugar destruido es en realidad un cementerio de mártires.
“Este cementerio fue construido cuando el Estado turco invasor se aproximó a Afrin durante los ataques. En el cementerio se encuentran los cuerpos de 71 personas que cayeron mártires a consecuencia de los ataques turcos. De las personas enterradas allí, 14 son combatientes de las YPG, 12 son combatientes de las YPJ, cinco son miembros de las fuerzas de orden público, tres son Cebhet El-Ekrad, una es miembro de la Unión de Autodefensa y cinco son civiles. Otros 31 cuerpos son de civiles y combatientes cuyas identidades no pudimos identificar”.
Mehmud agregó que el Estado turco y los mercenarios del ISIS y Al-Nusra están llevando a cabo provocaciones en el territorio sirio y cometiendo crímenes contra la humanidad.
Señalando que las afirmaciones del Estado turco y de los medios de comunicación turcos son falsas, Mehmud declaró que las “fosas comunes” son en realidad algo a lo que el Estado turco y sus socios como Al-Nusra y el ISIS están acostumbrados.
Haciendo hincapié en que los mercenarios en Afrin actualmente están cometiendo crímenes al violar todas las leyes morales y humanitarias, Mehmud continuó: “Hacen todo lo necesario para lograr sus propios fines. Intentan todo tipo de métodos. Su principal objetivo es neutralizar nuestro proyecto de nación democrática, que cuenta con el apoyo de los pueblos”.
Señalando que el Estado turco quiere difamar la revolución presentando el cementerio de los mártires como una “fosa común”, Mehmud añadió: “Este es un cementerio para nuestros mártires que dieron su vida por Afrin. El pueblo de Afrin enterró a los mártires de acuerdo con sus propias costumbres y tradiciones”.
Señalando que la comunidad internacional debería ver los crímenes contra la humanidad cometidos por el Estado turco en Afrin, Mehmud dijo: “El mundo entero y nuestro pueblo deberían saber que el Estado turco y sus mercenarios cometen crímenes en las tierras que ocupan, ignorando cualquier valor y ley. Todos estos crímenes se cometen por decisión de Erdogan. El Estado turco y sus mercenarios también destruyeron el cementerio del Mártir Refiq en el pueblo de Metine en Afrin y el cementerio del Mártir Seydo en el pueblo de Qazqili en Jindirês”.
Las fuerzas de ocupación en Afrin, en el norte de Siria, sacaron de la tierra del cementerio de Şehîd (mártires) Avesta los restos de combatientes de las YPG y las YPJ, así como de civiles muertos en ataques aéreos turcos, y difundieron la mentira de que se había descubierto una fosa común con personas “ejecutadas por las YPG/PKK”. El 14 de julio, la Agencia Anadolu (AA), del régimen de Erdoğan, habló de 35 personas que habían sido ejecutadas por negarse a unirse a las YPG. Al día siguiente, se hablaba de 61 cadáveres que yacían en una fosa común en un amasijo de bolsas para cadáveres. Por el contrario, se ha confirmado que los cuerpos pertenecen a los combatientes de las YPG/YPJ y a civiles que cayeron mártires durante el ataque de invasión a Afrin el 20 de enero de 2018.