El Consejo Democrático Sirio (MSD) emitió una declaración que marca el segundo aniversario de la ocupación de Afrin, que comenzó el 20 de enero de 2018.

La declaración expresó lo siguiente:

“En este día del año 2018, las fuerzas de ocupación turcas, fuertemente equipadas con todo tipo de armas pesadas y con la participación de las facciones del llamado Ejército Libre, comenzaron su agresión bárbara en la ciudad de Afrin, lo que llevó al martirio de cientos y el desplazamiento forzado de decenas de miles.

Siguiendo una política de aniquilación a través de ataques terrestres y aéreos, el estado turco continúa con sus operaciones de cambio demográfico, desplazamiento forzado sistemático, saqueo y robo por parte de mercenarios afiliados al estado turco.

Desde el principio, Turquía fue un jugador regional clave con sus objetivos y su sueño eterno, ya que el gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) busca restaurar las glorias del Sultanato Otomano y hará cualquier cosa para lograr este sueño. Esto fue evidente desde el comienzo de la crisis siria que entró en su noveno año.

Las ambiciones turcas en las tierras sirias son claras a pesar de que sus políticos pretenden mostrar simpatía y afirman tejer relaciones sobre la base de buen vecino, pero los desvíos que barrieron la vida política en el país fueron suficientes para mostrar esas ambiciones turcas.

Desde el comienzo de la crisis siria, que inició en 2011, los asuntos parecían ser indiscutibles con respecto a las intenciones coloniales turcas y la nostalgia de la historia otomana con la ocupación de Jarablus, Al-Bab, Azaz y su odio oculto hacia los pueblos de la región. Con el pretexto de preservar las fronteras, olvidando que su país es una fuente de terrorismo y un centro para terroristas de todo el mundo y se ha convertido en un paso seguro para las organizaciones terroristas que cruzan a Siria.

Afrin fue una de las zonas más seguras de Siria, ya que recibió a muchas personas desplazadas de diferentes regiones sirias, pero después del ataque turco, Afrin se convirtió en una de las regiones que testigo de violencia, enfrentamientos, saqueos, vandalismo, destrucción y cambio demográfico. Miles de personas de diferentes áreas de Siria, especialmente de Idlib, fueron reasentadas en Afrin en un intento de cambiar la demografía bajo un gran silencio internacional.

En el Consejo Democrático Sirio recordamos este trágico desastre contra nuestra gente en Afrin, con gran tristeza. Hacemos un llamado a la comunidad internacional, el Consejo de Seguridad, las Organizaciones de Derechos Humanos, los países de la Alianza y la Federación de Rusia para que pongan fin a la ocupación turca de Afrin y garanticen el regreso de aquellos que fueron desplazados forzosamente de sus hogares.

Nos dirigimos a nuestra gente en Siria para unirnos y ponernos de pie de la mano al declarar una guerra de liberación integral para las tierras ocupadas por Turquía, en primer lugar Afrin. Prometemos a nuestra gente en Afrin que continuaremos la lucha política en todos los foros internacionales, apoyando a nuestras heroicas fuerzas para liberar a Afrin, que seguirá siendo una de nuestras prioridades en cualquier solución política a la crisis siria en la próxima fase".