El galardonado cineasta Çayan Demirel y el periodista veterano Ertuğrul Mavioğlu, ambos directores del documental Bakur (Norte), se enfrentan a 5 años de prisión por cargos de "propaganda terrorista".

Bakur fue rodada en durante las conversaciones de paz en 2013-2015 entre el gobierno turco y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) para dar fin a 40 años de conflicto kurdo-turco. Tres años después de la premiere de la película en Turquía, denunciaron a los directores. A ambos se les acusa de difundir propaganda a favor de una organización terrorista, bajo el artículo 7/2-1, ley nº3713 y se enfrentan a 5 años de pena.

Este el primer juicio a cineastas en los años recientes en Turquía.

Susma (Plataforma contra la Censura y Autocensura) organizó una rueda de prensa el miércoles con la participación de los directores, actores y figuras de la industria cinematográfica. Leyeron un comunicado que instaba poner fin a este "injusto juicio, el cual va en conytra de no solo la ley universal, también contra la Constitución, el Tribuanl Europeo de Derechos Humanos y las decisiones del Tribunal Constitucional"

Contexto del caso

Durante décadas Turquía ha silenciado informes del conflcito armado con los kurdos. Bakur investiga cuestiones de identidad nacional, la historia del PKK, los derechos humanos y el papel de la mujer en el conflicto. La narración se sitúa en un contexto de escenas de diferentes campos de entrenamiento del PKK en la montañosa región fronteriza entre Turquía, Siria e Irak, donde los directores se reunieron con jóvenes miembros del PKK.

La película es honesta y personal, vinculando las vidas individuales con las ideas del hogar y el derecho a la resistencia. La película amplía este ángulo personal a través de evaluaciones políticas e históricas por parte de líderes militares y políticos del PKK. Bakur adopta una postura política clara que reivindica la autodeterminación como un derecho humano universal.

Hablando de la película, Ertuğrul Mavioğlu dijo: "Mientras realizábamos esta película, Çayan y yo nos centramos por completo en la documentación del proceso de paz. Cualquier propaganda que se pueda encontrar en esta película sería una propaganda a favor de la paz. Sin embargo, siempre que decimos 'paz', el Estado tiende a oírla como 'terror' y basan sus acusaciones en esta percepción. Para mí, este caso es ilegítimo e ilegal".

Desde 2015, la película se presenta en prestigiosos festivales internacionales y ha sido galardonada con el premio al mejor documental en el Festival Internacional Signes de Nuit de Berlín, en el Festival Internacional de Cine de México y en el Festival de Cine del Mediterráneo.