La Organización de Derechos Humanos de Afrin y las organizaciones no gubernamentales en Shehba hicieron una declaración conjunta para conmemorar el 1 de septiembre, Día Mundial de la Paz. La misma instó a la comunidad internacional a detener las violaciones del ejército turco invasor contra la naturaleza y la gente de Afrin.
Las organizaciones no gubernamentales del campamento Serdem en el distrito de Ehdas del cantón de Shehba también estuvieron presentes durante la rueda de prensa. La declaración fue leída por Leyla Mehmud, miembro de la Organización de Derechos Humanos de Afrin.
“La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 1 de septiembre como el Día Internacional de la Paz en 1981 para promover la paz entre las naciones y los pueblos y garantizar todos los derechos humanos”, indica el comunicado en referencia al Día Mundial de la Paz.
"Todo tipo de armas fueron utilizadas durante ocho años"
“Nosotros, los sirios, somos testigos con nuestros propios ojos de los efectos de la contaminación del aire causada por las armas utilizadas en los conflictos. Todo tipo de armas, incluso las químicas prohibidas, se han utilizado en la región durante más de ocho años, matando a civiles, destruyendo el medio ambiente y la infraestructura y contaminando el aire. Los árboles han sido talados y los campos quemados. Por ejemplo, más de 12 mil hectáreas de tierras agrícolas han sido quemadas y más de 400 mil árboles han sido cortados por el estado turco invasor y sus mercenarios en la región de Afrin”, señaló el comunicado.
"Apóyanos por una paz justa"
“Apóyanos para lograr una paz justa libre de guerras, violencia religiosa, étnica, ideológica y nacional. Apoyemos el diálogo, el estado de derecho y la justicia social. Apóyanos para que podamos promover la paz y detener las prácticas hostiles y proteger nuestra dignidad y nuestras vidas. Ayúdanos a detener las amenazas e intervenciones externas que causan destrucción e inseguridad a nivel local e internacional”, pide el comunicado.
La declaración también expresó su preocupación por la situación de las y los desplazados internos de Afrin: “Es deber de la comunidad internacional proteger a los refugiados que se encuentran entre las poblaciones más vulnerables del mundo. Sin embargo, no vemos protección de este tipo en los campamentos y zonas de migración donde se alojan los desplazados internos de Afrin. Las autoridades pertinentes, ya sean estados u organizaciones afiliadas a las Naciones Unidas (ONU), no están haciendo nada”.
El comunicado instó a las organizaciones internacionales relacionadas con las mujeres y los niños, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Agencia de la ONU para los Refugiados y las organizaciones de derechos humanos a dar prioridad a sus responsabilidades legales sobre las humanitarias y morales, mejorando la situación de los campamentos y refugiados, escuchando sus demandas de llevar una vida digna, poniendo fin a la ocupación turca y asegurando el regreso de los refugiados a sus hogares.