La red criminal paramilitar del Estado turco "Policía Militar", establecida en los territorios ocupados en el noreste de Siria, sigue atacando a la población local en un intento de intimidarla y desplazarla.

Según los informes, Îlham Ebdurehman Silêman, de 42 años, fue secuestrada por la "Policía Militar" en el distrito de Rajo y llevado a la prisión de Marat, en el centro de Afrin.

Ebdo Karik, el marido de la secuestrada, madre de cinco hijos, también había sido secuestrado por los invasores hace unos meses. Desde entonces se desconoce su paradero.

Los crímenes de guerra se cometen sistemáticamente y casi a diario en la región desde 2018, cuando se ocupó Afrin. En la zona ocupada se ha establecido un completo régimen de terror.

Según la organización de derechos humanos, 84 mujeres han sido asesinadas, más de 6 mujeres se han suicidado tras ser violadas, más de 1000 mujeres han sido secuestradas y más de 70 han sido violadas desde que Afrin fue invadida. Se informa además de que al menos 216 mujeres resultaron heridas durante los ataques de la invasión.