Comunidad armenia en Siria: convivencia, resistencia y libertad

Entrevista a Anahid Kassabian, integrante de la coordinación de la Unión de Mujeres Armenias (UMA) del norte de Siria, donde indicó que “la comunidad armenia participa activamente en la vida política ".

GENOCIDIO ARMENIO

Cuando en el lejano año 2011 en Siria se desataron protestas masivas contra el gobierno del presidente Bashar al Asad y el régimen del partido Baaz -con más de medio siglo en el poder-, pocos se imaginaban que en una parte del territorio iba a ocurrir un cambio radical. Y que en esa transformación, que continúa hasta la actualidad, participaría el pueblo armenio.

¿Cómo viven los armenios en Siria? ¿Cuántos son en la actualidad? ¿Por qué se sumaron a un proyecto impulsado por el pueblo kurdo y liderado por organizaciones políticas prohibidas hasta hace algunos años? ¿Por qué los y las armenias integran nuevas instituciones, sin dependencia del poder central, incluidas lasfuerzas militares de autodefensa?

Para responder algunas de estas inquietudes, Diario ARMENIA habló con Anahid Kassabian, integrante de la coordinación de la Unión de Mujeres Armenias (UMA) del norte de Siria. La UMA nació como muchas otras agrupaciones e instituciones luego de que en 2012 los kurdos declararan la autonomía del norte del país o, como ellos le dicen, Rojava (Kurdistán sirio). Cuando esto sucedió, Siria ya se encontraba hundida en una guerra total -en parte impulsada desde el exterior- que había dejado atrás las protestas legítimas que demandaban democracia y libertad. Para ese 2012, en el territorio operaba Al Qaeda -que luego mutó al Frente Al Nusra o muchos de sus componentes se sumaron al Estado Islámico (ISIS)-.Contra ese grupo yihadista lucharon las Unidades de Protección del Pueblo y de las Mujeres (YPG/YPJ), conformadas por hombres y mujeres kurdas. Al mismo tiempo, ese mismo pueblo que había sido negado de forma sistemática por el gobierno de la familia Al Asad convocaba a otrascomunidades de la región para construir una nueva sociedad en base a la liberación de las mujeres, la democratización de la política, la defensa de la organización comunal de la sociedad y el cuidado del medioambiente. A esa iniciativa se sumó el pueblo armenio de Siria.

“La comunidad armenia está formada por familias que se asentaron en el noreste de Siria tras el Genocidio Armenio de 1915 -cuenta Kassabian-. Según las estadísticas, hay más de cuatro mil familias armenias. A pesar de la integración con otras comunidades, el pueblo armenio ha conservado su identidad, incluso con cambios ideológicos”.

En los tiempos del partido Baaz, las minorías en el país en general eran negadas y despojadas de sus derechos básicos. Con la guerra demoledora que le costó al país más de quinientos mil muertos y millones de desplazados, sumado al surgimiento de grupos armados islámicos fundamentalistas, muchos pueblos se transformaron en blancos de la violencia.

“La guerra en Siria no distinguió entre sectas, religiones ni comunidades -afirma la integrante de UMA-. Siria entera sufrió. Los armenios, como muchos otros, enfrentamos diversas dificultades y la migración fue a menudo la única solución”. Kassabian recuerda que muchos hombres armenios “sufrieron torturas” en la tristemente célebre prisión militar de Sednaya y otras cárceles durante el régimen de Al Asad. En ese momento, reconoce, “el pueblo armenio no pudo defenderse debido al control y dominio del régimen baazista centralizado”.

Renacimiento armenio

Como comunidad organizada, la armenia integra la Administración Autónoma Democráticas del Norte y el Este de Siria (AADNES), el autogobierno conformado para gestionar casi el 40 por ciento del país. Los y las armenias también participan en el Consejo Democrático Sirio (CDS), espacio donde confluyen partidos políticos y movimientos de mujeres y sociales que, a su vez, es el brazo político de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que nuclea a las YPG/YPJ y a diferentes milicias, como el batallón armenio Mártir Nubar Ozanyan.

“La comunidad armenia participa activamente en la vida política y está abierta a diversos ámbitos, desempeñando un papel importante y competente dentro de la AADNES y el CDS -remarca Kassabian-. Además, se creó el Partido Unión Armenia en el noreste de Siria. Es un partido político abierto al diálogo con los armenios dentro y fuera del país”.

Para Kassabian, la participación armenia en el proceso político y social en el noreste sirio “demuestra un compromiso con la construcción de un país pluralista, democrático y descentralizado”. “Este modelo se considera un paso hacia la coexistencia pacífica y la justicia social -agrega-. La presencia armenia es significativa en foros, conferencias, sesiones de diálogo, festivales culturales y movimientos de mujeres”.

Kassabian destaca que además de la UMA, en estos más de diez años en la región nació el Consejo Social Armenio (CSA), que “promueve la concienciación, preserva la lengua y la cultura armenias, y revitaliza las actividades culturales y artísticas que refuerzan las diversas identidades de la región”. A esta institución se suman el Movimiento de la Juventud Democrática Armenia (MJDA) y la Casa Cultural Armenia.

La amenaza turca

Aunque el noreste de Siria tiene su economía prácticamente bloqueada y las FDS todavía combaten contra los remanentes de ISIS en la zona, los pueblos de la región se esfuerzan por solidificar los cimientos de una sociedad que rompe con los moldes de Medio Oriente. “El noreste de Siria se caracteriza por su diversidad étnica y religiosa, donde conviven kurdos, árabes, armenios, asirios y turcomanos -asegura Kassabian-. La Administración Autónoma busca promover la coexistencia pacífica mediante un sistema participativo basado en la igualdad, que permite a todos los grupos étnicos y religiosos participar en la toma de decisiones”.

Al ser consultada por la relación del pueblo armenio con sus compatriotas en la diáspora y en Armenia, la integrante de la UMA señala que los esfuerzos por mantener esos vínculos están a cargo del Consejo Social Armenio y la Unión de Mujeres Armenias. “Sin embargo, el genocidio dividió a la comunidad en dos grupos: armenios cristianos y armenios musulmanes. La islamización forzada de los armenios durante el genocidio debilitó estas relaciones. La identidad étnica, más que la religión, es lo que consolida estos vínculos”, destaca.

Una de las situaciones más graves en el noreste de Siria es generada por los casi cotidianos bombardeos de la aviación turca. Para el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, la convivencia de pueblos y religiones que impulsa la AADNES es inaceptable. Hasta hace unas semanas, los ataques turcos se centraban en la presa de Tishreen, cercana a Kobane, conocida mundialmente porque en esa ciudad se produjo la primera derrota militar de ISIS luego de tres meses de resistencia de las YPG/YPJ.

“La política turca la consideramos maliciosa y una amenaza la seguridad y la estabilidad general para la región -manifiesta-. Turquía es a menudo descrita como un‘enfermo’ política y económicamente, que sobrevive a costa de la sangre de otras naciones. Para la comunidad armenia, Turquía es el principal y mayor enemigo”. La referente de la UMA recuerda que las “horribles masacres” cometidas por el Estado turco contra los armenios en 1915 nunca dejaron de existir. “Sus políticas dogmáticas son consideradas por los armenios como sangrientas y abusivas, y representan la mayor amenaza no solo para los armenios, sino para todos los sirios”, sintetiza.

Un gobierno construido con sangre

Cuando a finales del año pasado el gobierno de Al Asad se derrumbó, las comunidades de Siria festejaron, pero al mismo observaban (y todavía observan) con desconfianza a los “liberadores” que llegaron a Damasco en un abrir y cerrar de ojos. Los milicianos Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y su líder, Abu Mohamed al-Golani (ahora llamado Ahmed Al Sharaa), ingresaron a la capital siria como triunfadores, aunque en sus prontuarios las violaciones a los derechos humanos estaban a la orden del día.

En estos meses, HTS intentó (con bastante éxito) “normalizar” las relaciones con Occidente y los países vecinos. A su vez, la AADNES y el denominado “gobierno de transición” asentado en Damasco mantienen una relación de tensa calma. Pero HTS todavía no puede escapar a las denuncias en su contra, y cada vez más frecuentes, por las masacres y hechos de represión cometidos.

Desde diciembre del año pasado, HTS lanzó ataques mortales contra las comunidades alauitas, drusas y cristianas. En las regiones costeras como Latakia, Hama, Tartus y las afueras de Damasco, se calcula que HTS asesinó a mil quinientos pobladores alauitas. En las últimas semanas, la represión estatal se centró en el sur del país, contra la comunidad drusa.

Frente esta realidad, Kassabian reflexiona que con la caída del régimen del partido Baaz, “los sirios creyeron que se avecinaba un nuevo futuro para Siria. Sin embargo, la realidad fue diferente”. La integrante de la UMA dice que “los gritos de la revolución son completamente diferentes de la realidad de la construcción del Estado. Según la comunidad armenia, quien no respete las creencias, las religiones y las sectas no debería liderar Siria”.

Kassabian es clara cuando afirma que los yihadistas de HTS y los grupos vinculados a ISIS intentan llevar al país “hacia el islam político, que insensibiliza las mentes con el pretexto de la religión”. “Este gobierno, construido con la sangre de los sirios y arraigado en un sistema centralizado y una religión única, no representa en absoluto a la comunidad armenia”, finaliza Kassabian.

Fuente: Leandro Albani para diarioarmenia.org.ar