Las población que consigue escapar de Afrin y las aldeas de alrededor de la ciudad están relatando las experiencias de horror a las que han sobrevivido. Los mercenarios apoyados por Turquía están secuestrando a un gran número de personas y exigiendo rescates a sus familias para su liberación.
Las fuentes locales confirman que ahora los mercenarios han comenzado a exigir el pago de impuestos a los ciudadanos.
Los mercenarios de la Brigada Sultán Süleyman Shah, apoyada por Turquía, han establecido un impuesto a la población de la aldea de Çeqla en el distrito de Şiyê, argumentando para ello que el pago es necesario para asegurar la seguridad de los residentes.
Las mismas fuentes indican que los mercenarios están pidiendo 2.000 dólares por familia y que los vecinos tienen una semana para pagarlo.
Las familias que no pagan son secuestradas por los mercenarios y son sometidas a agresiones inhumanas.
Otra fuente del pueblo de Şera ha informado de que los miembros del grupo mercenario Sultán Murad han ido a una gasolinera en Meydankê en donde, tras torturar al propietario, han confiscado la gasolina.