Las personas que han presenciado las masacres y violaciones cometidas por el estado turco de ocupación y sus aliados mercenarios en Afrin han contado sobre su terrible experiencia en el Foro Internacional sobre Cambio Demográfico y Limpieza Étnica en Afrin. El Foro comenzó el domingo por la mañana en Amude y contó con la participación de invitados extranjeros y de oradores locales.

Los testigos contaron cómo el estado turco invasor atacó a Afrin con todo tipo de armas de alta tecnología frente a los ojos de todo el mundo, pero a pesar de esto, la reacción de la comunidad internacional hacia estos crímenes y la destrucción de la ciudad fue nula.

Los testigos llamaron la atención sobre el hecho de que el estado turco ocupante bombardeó todas las áreas de Afrin, independientemente de si golpeaban a niños, mujeres o fuerzas militares.

Uno de los testigos dijo que cuando salía de Jindires, los aviones estaban bombardeando el área y, como resultado de ello, su hermano perdió la vida mientras algunos miembros de su familia resultaron heridos. Cuando llevaron a los heridos al hospital Avrin, los ocupantes también atacaron el hospital.

Los testigos subrayaron que una gran cantidad de niños fueron asesinados durante los ataques de 58 días lanzados por el ejército turco de ocupación y sus aliados mercenarios. Afrin y los pueblos fueron destruidos.

Los testigos destacaron que los kurdos fueron expulsados ​​por la fuerza de sus casas y que los mercenarios fueron asentados en sus casas. Se prohibió la lengua kurda, y el árabe y el turco se hicieron obligatorios, contribuyendo así al cambio en la demografía de Afrin.

El ejército turco de ocupación y sus aliados mercenarios tomaron prisioneros a muchos civiles y los torturaron sin piedad, exigiendo un rescate por su liberación. A pesar de que todos estos delitos se llevaron a cabo ante los ojos del mundo, la comunidad internacional permaneció en silencio.

Cuando el ejército turco de ocupación y sus aliados mercenarios entraron en Afrin, el pueblo sufrió terribles violaciones una vez más. Se vieron obligados a abandonar sus casas y emigrar a Shehba, mientras que los ocupantes saquearon sus casas y robaron sus propiedades.

Una estudiante de quinto grado en Afrin dijo que su escuela y su hogar fueron bombardeados, por lo que la niña se vio obligada a huir mientras los mercenarios se apoderaban de la casa de su familia.

Una mujer yazidi llamada Eyise, de la aldea de Qebare, contó cómo los mercenarios turcos ocupados por las fuerzas de saqueo saquearon las aldeas, destruyeron los sitios y edificios religiosos yazidis y cortaron sus árboles.

También confirmó que los mercenarios secuestraron a cientos de civiles y exigieron un rescate para liberarlos.