Ali Shuaib, un hombre de sesenta años y padre del mártir Yahya Shuaib, trabaja en el cementerio de mártires en Tabqa. Está cuidando los santuarios de las y los mártires en el cementerio, considerándose no solo el padre del mártir Yahya, sino también el padre de todos y todas.
“Todos ellos son mis hijos”, aseguró. Está orgulloso de su hijo y de todos los demás mártires que sacrificaron sus vidas para que su pueblo viviera en paz y estabilidad.
“Cuando camino por la ciudad y veo lo segura que es, me doy cuenta de que los sacrificios de nuestros mártires no fueron en vano”, aseguró el padre Ali, quien fue entrevistado por el Centro de Prensa de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).