Artistas de Amed se unen a la campaña “Seamos una voz por la paz”
Artistas de Amed anunciaron su participación en la campaña “Seamos una voz por la paz” lanzada hoy en Estambul.
Artistas de Amed anunciaron su participación en la campaña “Seamos una voz por la paz” lanzada hoy en Estambul.
En una declaración "Seamos una voz por la paz", 564 personalidades del espacio artístico y cultural de Turquía pidieron negociaciones para una solución pacífica a la cuestión kurda. La declaración, que se presentó hoy en Estambul, fue respaldada por artistas de Amed (Diyarbakır).
Muchas personalidades, incluidos músicos, críticos de arte, escritores, directores, directores, actores, pintores, dengbêj y académicos de arte en Amed también presentaron la versión kurda de la declaración, titulada "Li hemberî tecrîdê em bibin dengê aşîtiyê".
Numerosas personas participaron en la rueda de prensa en el edificio de la Asociación de Cultura y Arte de Dicle, en el céntrico barrio Sur.
El co-presidente kurdo de PEN, Ömer Fidan, leyó la declaración, seguida del lema "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad).
Entre los y las firmantes de la declaración se encuentran nombres destacados como el músico Cevdet Bağca, la escritora Ayşegül Devecioğlu, el crítico de arte y pintor Feyyaz Yaman, el autor Firat Cewerî, el director Haşim Aydemir, la actriz Jülide Kural, el músico Mikail Aslan, la documentalista Nejla Demirci y el fotógrafo Özcan Yaman, el pintor Sevinç Altan, el autor Şanar Yurdatapan y el director y diputado del DEM Sırrı Süreyya Önder.
"Nosotros, la gente del arte y la literatura, que no nos quedaremos quietos viendo cómo Turquía desperdicia otro siglo, proponemos tejer un futuro en el que todas las identidades étnicas, religiosas y culturales vivan libremente y no sean oprimidas ni sometidas a pogromos", expresaron en un comunicado los y las firmantes, pidiendo negociaciones para resolver los problemas experimentados en Turquía, incluido el aislamiento y las políticas de guerra que profundizan las crisis sociales y económicas; encarcelamiento ilegal de miles de personas por sus opiniones políticas; huelgas de hambre en curso a las que se unieron miles de prisioneros; la cuestión kurda que sólo puede resolverse mediante negociaciones, y la política de opresión, aislamiento y guerra del gobierno.