Kurdistan au Femenine publicó una entrevista con Reha Ruhavioğlu, director del Centro de Estudios Kurdos, quien destacó la importancia de esta tendencia en vista de las restricciones actuales sobre el idioma kurdo en espacios públicos. "Aunque no se toleran palabras kurdas en la calle y se están eliminando señales de tráfico en kurdo como 'Peşi Peya [los peatones primero]', el interés por el kurdo sigue creciendo", afirmó.

Capacidad completa

Por primera vez, se han cubierto las 26 plazas del programa de Lengua y Literatura Kurdas de la Universidad Dicle de Diyarbakir, fundada en 2012 pero que admitió a estudiantes por primera vez este año. Del mismo modo, el programa de Lengua y Literatura Kurdas de la Universidad Artuklu de Mardin, que casi alcanzó su capacidad máxima en 2022 y 2023, ha ofrecido este año 36 plazas, todas ellas ocupadas.

Los programas adicionales en zazaki, un dialecto kurdo, en la Universidad de Bingöl y la Universidad Munzur, así como los programas de lengua y literatura kurdas en otras universidades, también informaron que la inscripción estaba completa, con un total de 196 estudiantes asegurando plazas en estos programas.

Una respuesta a las presiones

Ruhavioğlu atribuyó este renovado interés a las crecientes presiones sobre el idioma kurdo, sugiriendo que estas restricciones pueden haber empujado a más personas a elegir activamente estudiar kurdo como una forma de resistencia. "Creo que estas presiones se reflejan en las decisiones que toma la gente", añadió.

Ruhavioğlu también destacó que muchos estudiantes no sólo están motivados por las perspectivas profesionales, como la de convertirse en profesores, sino también por el deseo de preservar y promover la lengua kurda. "Los kurdos no abandonan los mecanismos existentes para proteger su lengua. Muchos consideran que aprender kurdo es un deber hacia su lengua materna", explicó Ruhavioğlu.

El futuro de la enseñanza de la lengua kurda

Ruhavioğlu destacó la correlación entre la popularidad de los programas de lengua kurda en las universidades y la elección de esta como asignatura optativa en la educación primaria y secundaria. Aunque el número de estudiantes que eligen asignaturas optativas kurdas ha aumentado de 20.000 a 25.000 en los últimos años, el porcentaje general sigue siendo bajo. Sugirió que si estos cursos recibieran un apoyo más amplio o si el gobierno hiciera un esfuerzo concertado para promoverlos, las posibilidades de los graduados de conseguir puestos docentes aumentarían.

"La principal lección de esta tendencia es que los kurdos no están renunciando a su lengua materna. Sin embargo, dado que millones de estudiantes se presentan al examen, 200 estudiantes no es una gran cantidad. Esta cifra sólo aumentará a medida que los kurdos persistan en sus esfuerzos por preservar su lengua", afirmó.

Llamado a políticas lingüísticas más firmes

Ruhavioğlu concluyó instando a las comunidades kurdas y a los actores políticos a desarrollar políticas lingüísticas más sólidas, especialmente teniendo en cuenta los desafíos que enfrentan las familias para mantener el uso del kurdo en el hogar. Subrayó la necesidad de más iniciativas para promover el uso del kurdo en la vida cotidiana y aumentar el número de cursos opcionales en kurdo.

"Los actores políticos kurdos deben crear políticas que aborden los problemas del uso del kurdo en el país y fomenten un uso más amplio del idioma", afirmó.