El próximo 22 de abril se celebrará el Newroz en Madrid con la participación de Pınar Aydınlar, Kawa Urmiye, Hozan Kawa y Şerîf Omerî en el Teatro Infanta Isabel a partir de las 15:00 hora local.

La capital del Estado español se une así a las celebraciones del Año Nuevo kurdo que han recorrido el Kurdistán y el mundo reivindicando la liberación de Abdullah Öcalan, el líder popular kurdo. Öcalan lleva encarcelado en la isla-prisión turca de Imrali desde 1999 en un régimen de aislamiento agravado al margen de toda legalidad, tanto nacional como internacional. Desde hace tres años, no se han tenido noticias de ningún tipo de Öcalan, ya que en todo este tiempo no ha podido comunicarse ni tan siquiera con sus abogados o familiares, lo que además hace temer por su estado de salud. Tampoco se sabe nada de sus tres compañeros de prisión, Ömer Hayri Konar, Hamili Yıldırım y Veysi Aktaş.

Además, con esta celebración también se quiere mostrar un rechazo a la represión de la revolución "Jin, Jiyan, Azadî" en Rojhilat e Irán, a la ocupación turca en Rojava y Bashur, a la negación de la cuestión kurda y el régimen fiduciario en Turquía y Bakur, y a la persecución y los asesinatos de activistas kurdas y kurdos en Europa.

Newroz es para el pueblo kurdo un motivo de celebración cargado de un fuerte significado de resistencia. Cuenta la leyenda que el 21 de marzo, hace milenios, un herrero kurdo llamado Kawa lideró con éxito una rebelión contra un cruel rey asirio llamado Dehak, que aterrorizaba a todos los pueblos de Mesopotamia, la tierra entre el Éufrates y el Tigris. Después subió a la cima de la montaña que había sobre el castillo y encendió una gran hoguera para decir a todo el pueblo de Mesopotamia que eran libres. Pronto se encendieron cientos de hogueras por toda la tierra para difundir el mensaje y las llamas saltaron a lo alto del cielo nocturno, iluminándolo y limpiando el aire del olor de Dehak y sus maldades. La oscuridad había desaparecido. Con la luz del amanecer, el sol salió de detrás de las oscuras nubes y calentó de nuevo la tierra montañosa. Las flores empezaron a abrirse lentamente y los brotes de las higueras a florecer. Y esta historia, ha sido resignificada a lo largo de la historia de lucha y resistencia del Kurdistán con nuevos levantamientos populares o serhildan contra todas aquellas figuras que han tratado de negar su realidad, asimilar su cultura y destruir su existencia.