Un joven pintor plasma la cultura kurda en sus lienzos

Desde la infancia, Ehmed Kenan ha llamado la atención por su extraordinario talento para la pintura. Para él, el arte no es solo una forma creativa, sino una de las maneras más poderosas de expresar la realidad social y la rica cultura del pueblo kurdo.

ARTE

Kenan creció en la localidad de Girkê Legê, en el cantón de Cizîr, y comenzó su trayectoria artística a los ocho años. Incluso a esa temprana edad, era consciente de que sus dibujos tenían un estilo propio, distinto al de sus compañeros. Nunca vio la pintura como una simple asignatura escolar; para él, era un lenguaje profundo de expresión, lleno de significado.

Kenan explicó cómo el arte se convirtió en una parte esencial de su vida. En declaraciones a la agencia ANHA, señaló: “Mi pasión por la pintura comenzó en la infancia. Encontré en este arte la forma más natural de expresar mis emociones y pensamientos. Por eso me esfuerzo mucho en mejorar mis habilidades.

El talento es algo con lo que se nace, pero para alcanzar tus metas necesitas determinación y trabajo duro. Todavía estoy al principio del camino. En el futuro quiero crear obras que reflejen el patrimonio cultural de nuestro pueblo y las tradiciones que hacen única a nuestra sociedad”.

Con el objetivo de compartir su arte con un público más amplio, Kenan abrió una pequeña tienda en el mercado de Girkê Legê. Allí no solo expone sus cuadros, sino que también realiza obras por encargo. Su trabajo ofrece una crítica contundente al pensamiento patriarcal que oprime a las mujeres, al tiempo que celebra la belleza hipnótica de la naturaleza.

Kenan ha convertido su arte en un medio de vida, utilizando cada pincelada para fortalecer su propia voz y amplificar la voz de la sociedad kurda. Para él, pintar no es solo una búsqueda estética, sino una herramienta poderosa para concienciar socialmente y hacer posible el cambio.