El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no se responsabiliza de Hasankeyf

Crítica a las instituciones europeas que afirman tener altos estándares democráticos, pero no han asumido responsabilidades en un caso crucial como el Hasankeyf y el río Tigris, un emplazamiento arqueológico de más de 12.000 años de antigüedad.

La Iniciativa Mantener Vivo Hasankeyf ha emitido un comunicado crítico contra el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por su rechazo a una apelación emitida para conservar Hasankeyf.

Describiendo el veredicto del TEDH como “un acto de ignorancia e irresponsabilidad”, el comunicado firmado por Ercan Ayboga dice lo siguiente:

“Ayer, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) rechazó la apelación para conservar el emplazamiento arqueológico de Hasankeyf y el valle circundante del Tigris, amenazados por la presa de Ilisu y el proyecto de la central hidroeléctrica en la región del Kurdistán en Turquía. El TEDH argumenta que no existe un derecho individual universal de acceso al patrimonio cultural en el Convenio Europeo de Derechos Humanos acordado entre los estados miembros. De esta manera, el Tribunal dictamina unánimemente que la apelación es inadmisible.

La decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos es más que lamentable, es una evasión de la responsabilidad para salvar a Hasankeyf, de 12.000 años antigüedad, y al valle del Tigris circundante, de un valor universal excepcional. Este sitio, patrimonio cultural y natural, que siempre ha estado habitado, es sin lugar a dudas uno de los lugares patrimoniales más importantes de Turquía, Oriente Medio y Europa, y es mucho más valioso que cualquier inversión económica. En nuestra opinión, con las excavaciones necesarias, que podrían alargarse durante 100 años, podrían modificarse los conocimientos sobre los períodos neolítico y antiguo, siendo probablemente más importante que Capadocia, Éfeso y Troya.

Una decisión del TEDH contra la inundación de Hasankeyf podría haber desencadenado debates en Europa para una mejor conservación legal de los sitios patrimoniales y el acceso a ellos por parte de la gente, y podría haber presionado al gobierno de Turquía para cambiar su enfoque sobre el Proyecto Ilisu.

El TEDH podría haber tomado una decisión para la conservación del patrimonio cultural y natural, así como de los medios de subsistencia de más de 80.000 personas. La UNESCO considera el acceso al patrimonio cultural y natural como un derecho humano básico y también como un derecho a la educación. En marzo de 2017, el Consejo de Seguridad de la ONU también aprobó una resolución que consideraba la destrucción y el contrabando de sitios de patrimonio mundial como un acto de terrorismo.

Una gran pregunta para nosotros es por qué el TEDH ha esperado 13 años para declarar que el caso de Hasankeyf es inadmisible. Hoy en día, la construcción del Proyecto Ilisu ha avanzado mucho, mientras que hace 8-10 años casi no se había construido nada. ¿Ha leído el TEDH todos los documentos y argumentos de una docena de organizaciones de la sociedad civil de Turquía?

Es una pena que el TEDH haya evitado asumir cualquier responsabilidad. En un período en el que el sistema de justicia de Turquía ha empezado a dejar de existir, podría haber brindado apoyo a muchas personas en el río Tigris y en toda Turquía, haciendo campaña por defender sus medios de vida y su patrimonio, oponiéndose a los proyectos de inversión destructivos y explotadores. No obstante, continuaremos con nuestra lucha.

Lo que criticamos es que las instituciones europeas afirman tener altos estándares democráticos, pero no son capaces de asumir responsabilidades en un caso tan crucial como el Hasankeyf y el río Tigris”.