Los presos y presas kurdos están en huelga de hambre en Turquía y el Kurdistán Norte o “Bakur” en kurdo, la parte del Kurdistán que quedó dentro de la frontera geopolítica de Turquía tras el Tratado de Lausana, para protestar por el aislamiento impuesto al líder popular kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en un régimen de aislamiento agravado al margen de toda legalidad. Los presos decidieron llevar sus protestas a una nueva etapa el 5 de abril. Boicoteando a los tribunales, decidieron no recibir llamadas telefónicas ni visitas familiares.
En este contexto, las 60 presas de la cárcel cerrada de mujeres de Sincan enviaron una amplia carta al Ministerio de Justicia, al gobierno y a funcionarios estatales. En la carta piden que se levante el aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan, que se garantice su libertad física y que se den las condiciones necesarias para que pueda desempeñar su papel.
La carta dice: "Somos 60 presas políticas en la prisión cerrada de mujeres de Sincan. La continuación de las severas políticas de aislamiento y tortura contra el Sr. Abdullah Öcalan, pionero de la paz en Kurdistán, Turquía y Oriente Medio, y sus amigos y amigas, es una señal de que el gobierno y los funcionarios del Estado han firmado un rumbo que arrastra a nuestro país a un caos aún mayor…"
La carta continúa: "Hoy, miles de presos y presas políticos de cientos de cárceles protestan contra el aislamiento y luchan por el fin inmediato del aislamiento con huelgas de hambre. Esta voz debe ser escuchada lo antes posible. Nosotras, presas políticas kurdas, declaramos que es urgente para nuestro país que el gobierno electo, el Ministro de Justicia y todos los responsables, pongan fin al aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan y sus amigos y amigas , y garanticen las condiciones para que pueda desempeñar su papel en favor de la paz."
Desde hace tres años, no se han tenido noticias de ningún tipo de Öcalan, ya que en todo este tiempo no ha podido comunicarse ni tan siquiera con sus abogados o familiares, lo que además hace temer por su estado de salud. Tampoco se sabe nada de sus tres compañeros de prisión, Ömer Hayri Konar, Hamili Yıldırım y Veysi Aktaş. Por mucho que insisten, sus abogados sólo reciben el constante rechazo de sus solicitudes para visitar a sus clientes, encerrados en la isla-prisión turca de Imrali.