La Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD) en Diyarbakır y la Asociación de Asistencia y Solidaridad con las Familias de Detenidos y Condenados (TUHAY-DER) han emitido una declaración escrita sobre el aumento de los casos de Covid en la Prisión Cerrada de Mujeres de Diyarbakır y las violaciones del derecho a la salud de los presos.
ÖHD y TUHAY-DER visitaron la Prisión Cerrada de Mujeres de Diyarbakır en diferentes fechas y dijeron en una declaración que durante estas visitas la mayoría de las detenidas dieron positivo en las pruebas de coronavirus, pero se les impidió el acceso a los servicios de salud. El comunicado dice: “Los casos de Covid comenzaron a aumentar en la Prisión Cerrada de Mujeres de Diyarbakır entre el 9 y el 17 de julio, que coincidió con la Fiesta del Sacrificio. Algunas reclusas, incluidas las enfermas que padecían hipertensión, enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares crónicas, fueron llevadas al pabellón de cuarentena. Durante el periodo de cuarentena las presas no permanecieron en un entorno adecuado, y no pudieron ver a sus abogados y abogadas hasta que dieron negativo en las pruebas”.
La cuarentena por el Covid es convertida en tortura
El comunicado añade: “Las pruebas de Covid, que deberían realizarse en la enfermería del interior de la prisión, se hicieron en vehículos en el jardín de la prisión durante las fiestas. Las presas fueron mantenidas en los vehículos a la espera de los resultados a una temperatura de más de 40 grados. Hemos sido informados de que incluso el suero para tratar a las presas con Covid severo se administró en estos vehículos. Muchas presas se desmayaron a causa del calor y de las largas horas de espera para hacerse la prueba. El proceso de cuarentena y pruebas de Covid fue convertido en tortura”.
La vida en riesgo
El comunicado subraya que las necesidades básicas de las detenidas que permanecen en el pabellón de cuarentena a causa del coronavirus no se satisfacen. “Se ha violado el derecho a la salud de las presas”, continúa el comunicado. “Las presas dijeron que sólo se les entregó una mascarilla a las que permanecían con otras presas que habían dado positivo en los pabellones. Además de las violaciones de derechos que nos transmitieron las presas, también observamos que los guardias que llevaban y traían a las presas para las visitas no llevaban mascarillas. Podemos afirmar que la vida de las presas está en peligro como consecuencia de la falta de precauciones y la negligencia”.
Necesidad de supervisión
La declaración dice además que es necesaria una supervisión e invita “al Ministerio de Justicia, al Ministerio de Sanidad y a la Comisión Parlamentaria de Investigación de los Derechos Humanos a tomar medidas contra las violaciones de derechos en la Prisión Cerrada de Mujeres de Diyarbakır”.