Abogado Veysi Eski: "Aumentan las violaciones de derechos en las cárceles turcas"

El miembro de la Comisión de Prisiones de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), aseguró que todas las instituciones legales deben oponerse a las violaciones de los derechos en las cárceles de Turquía.

El abogado Veysi Eski, miembro de la Comisión de Prisiones de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), habló con ANF sobre las crecientes violaciones de derechos en las cárceles turcas.

Eski declaró que se planea colocar dispositivos de videoconferencia en las salas de los presos para que registrarán la vida diaria de los presos y esto claramente significa una violación de su privacidad.

"Se violan  los derechos de la oposición"

Eski aseguró que los llamados arreglos constitucionales del gobierno tienen serias consecuencias para los presos políticos: "El gobierno no se abstiene de recurrir a malas intenciones en todas las regulaciones legales, incluidas las enmiendas constitucionales".

"En las cárceles, las Juntas de Monitoreo han sido nombradas como una nueva unidad judicial compuesta por personas que no son abogados", señaló.

Violación de la privacidad

Eski expresó: "Se permitió a los presos tener 30 minutos de videollamadas por semana. La administración puede instalar arbitrariamente dispositivos electrónicos de grabación de audio y video, incluidas las áreas más íntimas de los presos. La instalación de los dispositivos en las salas de los presos viola claramente su privacidad. Deben ser instalados en lugares que se consideren adecuados".

“El gobierno busca que los presos políticos obedezcan todo tipo de prácticas de la administración penitenciaria y evitar todas las acciones y actividades de éstos por cuestiones políticas”.

"Las violaciones empujan los límites de los prisioneros"

Miles de presos ya se encuentran recluidos en cárceles a miles de kilómetros de sus familias en desafío a las decisiones del TEDH y del Tribunal Constitucional, explicó el abogado y continuó:

“Esta práctica, que se define como biopoder y tiene como objetivo controlar el cuerpo y el alma de los presos, está claramente regulada en el artículo 8 del TEDH. Es un trato inhumano y degradante. El público democrático, los colegios de abogados y las instituciones legales deben levantarse y luchar contra esta regulación. Las violaciones de los derechos en las cárceles sobrepasan los límites de la tolerancia de los presos políticos".